La expresidenta pasó la Nochebuena en la clínica y aún no hay fecha fijada para su alta La expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner permanece hospitalizada en el Sanatorio Otamendi de Buenos Aires tras desarrollar íleo postoperatorio, una complicación intestinal funcional tras una cirugía de emergencia por apendicitis esta semana. Se le había permitido salir de su arresto domiciliario para el procedimiento.
La exjefa de Estado ingresó el fin de semana pasado tras presentar un fuerte dolor abdominal. Los médicos le diagnosticaron apendicitis aguda complicada con peritonitis localizada, una afección que requirió cirugía inmediata.
Si bien la operación fue exitosa, el último informe médico en Nochebuena confirmó que CFK sufría de íleo postoperatorio, una interrupción temporal de la función intestinal común después de procedimientos abdominales mayores. Una tomografía computarizada confirmó el diagnóstico y ayudó a descartar obstrucciones mecánicas.
Los especialistas describen el íleo postoperatorio como una parálisis funcional del tracto gastrointestinal. Si bien es benigno y a menudo se considera una respuesta fisiológica a la manipulación de órganos internos, impide que el paciente tolere la ingesta oral, lo que provoca distensión abdominal, náuseas e incapacidad para evacuar gases o heces. Los factores que la causan incluyen la manipulación física de los intestinos durante la cirugía, la respuesta inflamatoria a la peritonitis y el uso de ciertos medicamentos anestésicos o analgésicos. En la mayoría de los casos, la motilidad intestinal se recupera en 72 horas. Dado que los síntomas de CFK han persistido más allá de este período, la afección se está evaluando como patológica, aunque sigue siendo reversible.
La paciente se encuentra actualmente bajo tratamiento para estimular la recuperación del movimiento intestinal. Su plan de atención incluye ayuno estricto sin ingesta oral, líquidos intravenosos continuos, corrección electrolítica, y tratamiento antibiótico preventivo debido a la peritonitis inicial. Actualmente no presenta fiebre ni signos de infección. Además, se encuentra realizando caminatas supervisadas para estimular el sistema digestivo.
La Policía Federal Argentina (PFA) mantiene presencia en el sanatorio para garantizar el cumplimiento de los protocolos judiciales durante su internación. Sus condiciones de detención permiten un número limitado de visitas, que se reduce durante la hospitalización. Sin embargo, algunas figuras políticas de alto perfil han solicitado visitas humanitarias.
Una vez que se resuelva el íleo, se espera que su equipo legal solicite atención médica domiciliaria intensificada, lo que requeriría servicios adicionales de enfermería en su apartamento.
Según se explicó, las principales preocupaciones del equipo médico en esta etapa son una posible embolia pulmonar (debida a la inmovilidad) y las infecciones secundarias.