Rodrigo Boja fue fundador y principal líder de Izquierda Democrática (ID) hasta bien entrada la década del 2000 El expresidente ecuatoriano Rodrigo Borja Cevallos falleció este jueves a la edad de 90 años. En respuesta a la pérdida de una de las figuras políticas más influyentes del siglo XX, el presidente Daniel Noboa declaró este viernes tres días de luto nacional, del 19 al 21 de diciembre, con la bandera ondeando a media asta.
El gobierno coordinó con la familia Borja la organización de un funeral de Estado. Los servicios estaban programados para comenzar a las 16 del viernes en el Centro Cultural Itchimbía de Quito.
El presidente Noboa encargó a los Ministerios de Relaciones Exteriores, Interior y Defensa la gestión de los honores oficiales y la logística de la ceremonia. Rodrigo Borja permanecerá para siempre en la memoria de Ecuador. Hoy, este país honra su legado, escribió el mandatario en redes sociales.
Borja, jurista y académico, dirigió Ecuador de 1988 a 1992 durante un período crucial de consolidación democrática. Su presidencia es recordada por varios logros históricos, incluyendo un masivo Paro Nacional Indígena en el que otorgó 1,7 millones de hectáreas de tierra a las comunidades nativas. También defendió la educación bilingüe y la alfabetización.
Tras el mandato polarizado y a menudo autoritario de su predecesor, León Febres-Cordero, a Borja se le atribuyó la restauración del decoro diplomático y el respeto a la independencia de los distintos poderes del Estado.
Como fundador de Izquierda Democrática (ID), Borja transformó el partido en una fuerza dominante, manteniéndose como su figura central hasta principios de la década de 2000.
Nacido en un linaje que se remonta a la Casa de Borgia (Borja), siendo descendiente directo del Papa Alejandro VI, el ascenso de Rodrigo Borja se caracterizó por su rigor intelectual. Trabajó como periodista para El Comercio y radio HCJB para financiar sus estudios en la Universidad Central del Ecuador, donde obtuvo un doctorado en Jurisprudencia. Aunque se retiró de la política activa tras su quinta candidatura presidencial en 2002 para centrarse en su labor académica, siguió siendo un referente moral e intelectual para la nación. Si bien su familia aún no ha revelado la causa específica de su muerte, llevaba varios años jubilado debido a su avanzada edad.