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Jueves, 11 de diciembre de 2025 - 23:28 UTC

 

 

EE UU ayudó a Machado a escapar de Venezuela

Jueves, 11 de diciembre de 2025 - 22:46 UTC
Machado se comprometió a llevar su galardón “a Venezuela en el momento oportuno” Machado se comprometió a llevar su galardón “a Venezuela en el momento oportuno”

La líder opositora venezolana y Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, confirmó este jueves que recibió asistencia de Estados Unidos para su salida secreta del país sudamericano tras más de un año en la clandestinidad.

Machado llegó a la capital noruega la madrugada del jueves, horas después de que su hija aceptara el premio en su nombre. Sus primeras apariciones públicas desde agosto de 2024 incluyeron conferencias de prensa y una visita al Parlamento noruego (Storting), lo que marca su dramático regreso a la escena política internacional.

“Creo que las acciones del presidente [Donald] Trump han sido decisivas para llegar al punto en el que nos encontramos ahora, donde el régimen está más débil que nunca”, declaró a la prensa Machado, quien ha resurgido a medida que Washington intensifica su presión contra el régimen bolivariano.

La Premio Nobel enfatizó la necesidad de aumentar la presión sobre la financiación de Maduro. “Hay que aumentar el costo de permanecer en el poder y reducir el costo de dejarlo. Solo así, este régimen se derrumbará”, argumentó.

Consultada sobre la acción militar estadounidense, Machado no la respaldó explícitamente, pero recordó que Venezuela ya estaba comprometida por actores extranjeros. “Venezuela ya ha sido invadida. Tenemos agentes rusos, tenemos agentes iraníes, tenemos grupos terroristas como Hezbolá y Hamás, que operan libremente en consonancia con el régimen”, señaló.

Machado se negó a profundizar en los detalles de su escape, explicando que necesitaba proteger la seguridad de sus colaboradores. Sin embargo, confirmó que el viaje, que incluyó un viaje en barco a la isla de Curazao y un vuelo con escala técnica en EE. UU., contó con el apoyo de Estados Unidos.

Durante su llegada nocturna al Grand Hotel, un lugar tradicional de bienvenida para los premios Nobel, una pequeña pero entusiasta multitud estalló en vítores, coreando “libertad”. Machado dedicó el premio a la juventud venezolana, señalando que su hija lo aceptó como representante de “la nueva generación”, que, en su opinión, está “preparada para dar la vida por completar la labor” de lograr una democracia.

La líder proscripta reconoció que podría ser arrestada si regresaba a Venezuela bajo el gobierno actual y calificó el riesgo de regresar como “quizás incluso mayor” que el que corrió al irse. Sin embargo, se comprometió a llevar su galardón “a Venezuela en el momento oportuno”.

Machado insistió en que ella y el equipo del diplomático retirado Edmundo González Urrutia —a quien se refirió repetidamente como “el presidente”— tienen “los planes y los equipos listos para tomar el control desde el primer día” una vez que caiga el régimen de Maduro.

Tras su extenuante viaje y un año escondida, Machado señaló que sus planes inmediatos se centrarían en reconectar con sus tres hijos, someterse a chequeos médicos y descansar.