La COP30 ya ha emitido tres declaraciones históricas, pero hasta el viernes no se ha producido ningún documento final conjunto Al llegar la 30.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) a su hora de clausura prevista para las 23:50 del viernes, las negociaciones para el documento final, conocido como el Paquete de Belém, no habían concluido. Se esperaba que las conversaciones se extendieran hasta la madrugada del sábado.
Un importante motivo de frustración para los grupos de la sociedad civil y varios países fue la ausencia de una hoja de ruta clara para la eliminación gradual de los combustibles fósiles (petróleo y carbón), considerados las principales causas del calentamiento global. Activistas ambientales, como el Observatorio del Clima, han criticado el borrador por su falta de ambición para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global en 1,5 grados Celsius. Argumentan que la propuesta favorecía los intereses de los países productores de petróleo, ya que no menciona en absoluto los combustibles fósiles.
El gobierno brasileño del presidente Luiz Inácio Lula da Silva presionó fuertemente para que se redactara un texto que incluyera un cronograma para esta transición energética, lo que finalmente no se materializó en el borrador. Un grupo de 29 países, entre ellos Alemania, Francia, el Reino Unido, Colombia y territorios insulares vulnerables, como las Islas Marshall y Vanuatu, exigieron una revisión inmediata del texto. Insistieron en que no podían apoyar un resultado sin una hoja de ruta para una transición justa, ordenada y equitativa.
A pesar del estancamiento en el tema de los combustibles fósiles, se lograron avances en otras áreas, en particular en la adaptación (acciones para aumentar la resiliencia de las comunidades ante fenómenos meteorológicos extremos), en particular mediante la lista de 59 indicadores, conocidos como Objetivo Global de Adaptación (OGA), que requiere financiación de los países desarrollados a los países en desarrollo. Se destacó el llamado Proceso de Belém a Adís Abeba para alinear las políticas de adaptación e introducir salvaguardias para su implementación.
En materia de derechos indígenas, el programa de mitigación de Brasil obtuvo el reconocimiento de los pueblos originarios y las comunidades tradicionales de sus territorios como una política a largo plazo para combatir el cambio climático.
Además, se lograron avances significativos en el Programa de Trabajo para una Transición Justa, orientado a un instrumento multilateral bajo la Secretaría de la CMNUCC para una transición justa.
Ante las divergencias, tanto el presidente de la COP30, el embajador André Corrêa do Lago, como el secretario general de la ONU, António Guterres, instaron a los países a lo largo del día a alcanzar un consenso y obtener resultados concretos. (Véase también: Presidente de la COP30 insta al consenso y desliza posible prórroga debido al incendio )
La COP30 ya ha emitido tres declaraciones históricas: sobre industrialización verde, integridad de la información y justicia social/protección forestal, pero hasta el viernes no se ha conseguido una declaración final conjunta.