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Número de muertos tras operación policial en favelas de Río asciende a 119

Jueves, 30 de octubre de 2025 - 00:51 UTC
“No existe una solución mágica para esta situación”, afirmó Lewandowski “No existe una solución mágica para esta situación”, afirmó Lewandowski

El estado brasileño de Río de Janeiro confirmó este miércoles que al menos 119 personas murieron en el operativo policial del martes contra el grupo de narcotraficantes Comando Vermelho, convirtiéndolo en la redada más sangrienta en la historia de la ciudad.

El recuento final incluye 115 presuntos delincuentes —a quienes las autoridades calificaron de “narcoterroristas”— y cuatro policías. La cifra oficial es inferior a los 132 fallecidos reportados previamente por la Defensoría del Pueblo.

El jefe de la Policía Civil de Río Felipe Curi proporcionó las cifras actualizadas, afirmando que los fallecidos eran “delincuentes que intentaron matar a nuestros agentes”.

La maniobra, denominada “Operación Contención”, se centró en los complejos de favelas de Penha y Alemão. Las autoridades informaron de 113 detenciones, entre ellas 33 de líderes criminales de otros estados, y 10 adolescentes. Las fuerzas de seguridad incautaron 119 armas, principalmente fusiles, junto con miles de cartuchos de munición y toneladas de droga.

La magnitud de la matanza provocó una intervención inmediata del gobierno federal. Por orden del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Lewandowski, y el director general de la Policía Federal, Andrei Rodrigues, viajaron a Río de Janeiro para reunirse con el gobernador Cláudio Castro.

El ministro Lewandowski declaró a la prensa que el mandatario estaba “consternado por el número de víctimas mortales” y “sorprendido de que se hubiera puesto en marcha una operación de esta magnitud sin el conocimiento del gobierno federal”.

La reunión tuvo como objetivo evaluar conjuntamente la situación y determinar el apoyo federal. Lewandowski declaró que el gobierno buscaría “minimizar el sufrimiento del pueblo” e intensificar la lucha contra las organizaciones criminales.

El gobierno federal ofreció habilitar espacio en prisiones de máxima seguridad para el traslado de los líderes de pandillas arrestados y proporcionar expertos y médicos forenses para identificar a los fallecidos. Además, se consideró el posible despliegue de fuerzas nacionales.

Asimismo, Curi criticó a quienes calificaron la operación de “masacre”, aunque admitió que hubo algunas fallas de planificación. En una conferencia de prensa, se refirió a esos demagogos como “ingenieros de obras terminadas que dicen muchas tonterías en televisión”. Defendió la acción policial, calificando a sus oficiales de “héroes” y criticando a quienes sugirieron que era necesario el apoyo federal.

“Pueden llamar a la CIA, al Mossad, al FBI e incluso a la NASA. No hacen lo que nosotros hacemos”, dijo Curi. Añadió que la Fuerza Nacional “no está especializada en este tipo de operaciones”. Curi también rechazó enérgicamente el término “masacre”, y sostuvo que se trató de una operación selectiva para ejecutar 100 órdenes de arresto.

El miércoles por la tarde, el gobierno de Río de Janeiro publicó un informe sobre la megaoperación realizada el martes en la zona norte de la capital del estado. El documento mencionaba un total de 132 muertos y 113 detenidos, entre ellos “33 líderes criminales de otros estados”. Las fuerzas de seguridad también informaron de la captura de 10 adolescentes, 119 armas, en su mayoría rifles, así como miles de cartuchos de munición y toneladas de droga. Según Lewandowski, Lula estaba “horrorizado” por el número de víctimas. “Buscaremos minimizar el sufrimiento de la población, apoyar a las fuerzas de seguridad e intensificar, en la medida de lo posible, la lucha contra las organizaciones criminales”, señaló Lewandowski. “Por supuesto, se trata de una operación compleja; no existe una solución mágica para esta situación”, añadió.

Categorías: Política, Brasil.