El presidente argentino, Javier Milei, se reunió en Nueva York este jueves con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en el marco de la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas.
Ambos líderes abordaron principalmente la situación de los rehenes argentinos retenidos por la organización terrorista Hamás en Gaza (Eitan Horn, Ariel Cunio y David Cunio, además del cuerpo de Lior Rudaeff). Milei reiteró su firme compromiso y ofreció colaborar con Israel para su pronta liberación.
Ambos jefes de Gobierno también reafirmaron su sólida amistad y su deseo de profundizar la cooperación, en particular en los ámbitos científico y tecnológico.
En la reunión de hoy con el primer ministro israelí, abordamos principalmente la situación de los rehenes argentinos. Argentina reiteró su firme compromiso de colaborar en todas las instancias necesarias y ofreció su plena disposición a colaborar con las autoridades israelíes para lograr su pronta liberación, declaró el portavoz presidencial argentino, Manuel Adorni.
También intercambiaron opiniones sobre cooperación científica y tecnológica y otros aspectos de la relación bilateral, reafirmando su deseo común de seguir profundizando los lazos de amistad y colaboración que unen a Argentina e Israel, señaló Adorni.
Asimismo, asistieron al encuentro también los ministros Gerardo Werthein (Relaciones Exteriores) y Luis Toto Caputo (Economía), así como la Secretaria Presidencial (y hermana) Karina Milei.
La reunión reafirmó el apoyo absoluto de Milei a Israel, destacado por el reciente voto de Argentina en contra de una resolución de la ONU que promueve dos estados independientes (Israel y Palestina).
En eventos separados el jueves, Milei recibió la Medalla Presidencial de Oro de la organización judía B'nai B'rith International. Este galardón es la máxima distinción de la organización. Además, Milei se reunió con el titular del Congreso Judío Mundial y el director del Consejo Judío Latinoamericano.
Los periodistas argentinos que cubrían el viaje de Milei mencionaron que la Casa Blanca le había recomendado al jefe de Estado que reconstruyera los lazos con sectores dialoguistas de la política argentina, lo que llevó a la Casa Rosada a buscar la reanudación de las relaciones con los gobernadores provinciales para asegurar la estabilidad política de su agenda de reformas.