El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este viernes una severa advertencia a Caracas tras el sobrevuelo de cazas venezolanos sobre un destructor norteamericano en el Caribe. “Si nos ponen en una posición peligrosa, quedarán derribados”, afirmó en el Despacho Oval, precisando que los mandos militares ya tienen autorización para abrir fuego si lo consideran necesario.
El Pentágono denunció que dos F-16 venezolanos realizaron una “demostración de fuerza” contra el USS Jason Dunham, uno de los tres destructores desplegados desde agosto en operaciones antinarcóticos. Washington calificó la maniobra como “altamente provocadora” y anunció el refuerzo de su presencia en la región con diez cazas F-35 enviados a Puerto Rico.
El episodio se produjo un día después de que fuerzas estadounidenses destruyeran una lancha venezolana que, según la Casa Blanca, transportaba droga y miembros del grupo criminal Tren de Aragua.
Desde Caracas, Nicolás Maduro respondió en tono desafiante y conciliador a la vez. Vestido de uniforme, advirtió que Venezuela está lista para pasar “a una etapa armada y planificada con todo el pueblo” si es atacada, pero al mismo tiempo tendió la mano a Washington: “Respeto a Trump, lo invito a dialogar. Ojalá recapacite”.
La tensión entre ambos países escala mientras la administración Trump endurece su política contra el chavismo, acusando al presidente venezolano de liderar el Cartel de los Soles y ofreciendo una recompensa de 50 millones de dólares por su captura.