El representante de la Administración Nacional de Puertos (ANP) uruguaya en la Terminal de la Cuenca del Plata (TCP), Jorge Pozzi, planteó este martes durante una entrevista radiofónica su preocupación por el futuro del puerto de Montevideo. En su opinión, el propuesto corredor bioceánico Pacífico-Atlántico, que conectará Brasil con Chile o Perú, podría eludir Uruguay por completo, afectando significativamente a su sistema, su economía y a miles de trabajadores.
La posible pérdida de todo el tráfico paraguayo representa casi el 48% del movimiento de contenedores de Montevideo, y su desvío a puertos brasileños o bonaerenses sería un duro golpe. El tema es mucho más delicado de lo que parece, dijo Pozzi a Radio Carve.
Además, la iniciativa supone paralizar cualquier ampliación del TCP. Actualmente, un proyecto clave encomendado a Jan De Nul, destinado a duplicar la capacidad de atraque, lleva un retraso considerable debido a dificultades técnicas con los contratistas, lo que podría retrasar su finalización hasta 2027 y dejar sin empleo a 200 trabajadores.
A pesar de ventajas como la velocidad operativa y la profundidad del canal, Montevideo sigue percibiéndose como caro en comparación con sus competidores, lo que lleva a las navieras a buscar opciones más rentables. En este escenario, el corredor bioceánico con rutas directas entre Brasil y el Pacífico podría hacer a Uruguay geográficamente irrelevante para las grandes navieras.
En este escenario, el corredor bioceánico con rutas directas entre Brasil y el Pacífico podría hacer a Uruguay geográficamente irrelevante para las grandes navieras.
Pozzi también se refirió al controvertido doble rol de la ANP como regulador y operador, reconociendo que se trata de una vieja discusión que podría necesitar una corrección.
Enfatizó la importancia de recuperar el tráfico paraguayo y mantener una posición fuerte en el negocio de los contenedores, dado el concentrado mercado mundial del transporte marítimo donde las grandes compañías priorizan la disponibilidad de carga por sobre la consulta nacional.
La salida de navieras como MSC y la reconfiguración de rutas que priorizan puertos de Brasil o Buenos Aires dejaron a Montevideo fuera del mapa. No es la primera vez que pasa, pero el golpe fue muy duro. Tenemos que ver cómo revertirlo porque esto afecta a todo el mundo marítimo: operadores, despachantes, trabajadores, explicó.
Aunque Montevideo tiene cosas que ofrecer, Uruguay es un país pequeño, por lo que si no prestamos atención, el corredor bioceánico que conecta Brasil con Chile o Perú podría dejarnos fuera, insistió Pozzi. El puerto de Montevideo mueve mucho dinero y empleo. El problema es que somos caros y las navieras van donde les conviene, advirtió. Hoy hay 10 grandes navieras en el mundo. No consultan con los países. Donde hay carga, van, dijo.