El rey Felipe y la reina Matilde de Bélgica llegaron este martes en viaje de Estado a Chile, donde fueron recibidos por el presidente Gabriel Boric Font en el Palacio de La Moneda. La visita busca fortalecer la cooperación bilateral en materia de energía, minería y ciencia, reflejando la sólida amistad y los valores compartidos entre ambos países.
Esta visita de Estado refleja las relaciones estratégicas que existen entre ambos países, la amistad chileno-belga y la voluntad de fortalecer los lazos, así como de abordar los desafíos globales del momento, declaró el Gobierno chileno en un comunicado.
Bélgica es uno de los socios más importantes de la Unión Europea y un país con el que compartimos valores, por lo que fortalecer los lazos es un objetivo importante para nosotros, especialmente en estos tiempos turbulentos que vivimos, señaló Boric. Quienes promovemos el respeto al derecho internacional y los derechos humanos tenemos mucho que hacer juntos en este momento crítico para la humanidad, donde la guerra ha vuelto a cobrar protagonismo, añadió.
Las actividades de la pareja real incluyeron rendir homenaje en el monumento al héroe de la Independencia, Bernardo O'Higgins, visitar el Museo Chileno de Arte Precolombino y el Coaniquem (Corporación de Ayuda al Niño Quemado), una institución sin fines de lucro que brinda atención gratuita a niños con quemaduras graves desde 1979 y colabora con la organización Oscare, con sede en Amberes, especializada en el tratamiento de quemaduras y cicatrices. Un acuerdo también vincula a Coaniquem, Oscare y la Universidad de Amberes desde 2022 para explorar posibilidades de intercambios profesionales, investigación colaborativa y capacitación.
El rey Felipe se reunió asimismo con chilenos que buscaron refugio en Bélgica durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y mantuvo conversaciones con Boric y otros funcionarios. Más de 5.000 chilenos perseguidos políticos llegaron a Bélgica en esos años.
El viaje de los monarcas incluirá además un viaje a Antofagasta para ver el Extremely Large Telescope (ELT), que en 2028 se convertirá en el telescopio óptico más grande del mundo y el primero capaz de detectar señales de vida fuera del Sistema Solar. El ELT está siendo construido por el Observatorio Europeo Austral (ESO) en pleno desierto de Atacama.
Es la primera visita real belga a Chile desde 1965. Bélgica es el octavo mayor inversor extranjero en Chile, especialmente en sectores como la construcción, la alimentación, las tecnologías mineras, la energía y la química.