Las fuertes lluvias caídas en el estado brasileño de Rio Grande do Sul desde el 16 de junio han causado importantes daños en 90 municipios, con el resultado de dos muertos y un desaparecido.
Además, más de 2.900 personas se han quedado sin hogar y 1.500 están en refugios.
Inundaciones, corrimientos de tierras y cortes de carreteras han afectado a zonas como Santa Maria, Lajeado y Canoas, con cinco ríos que han superado el nivel de crecida. En la capital, Porto Alegre, el río Guaíba aún no ha alcanzado el nivel de crecida (3,6 metros), pero Defensa Civil advierte de una rápida subida en los próximos días.
En Candelária, una mujer murió tras ser arrastrado su coche, y en Nova Petrópolis, un hombre falleció en un incidente similar.
La alerta roja por fuertes lluvias persiste hasta el 20 de junio, con un ciclón cerca de la costa empeorando las condiciones.
A partir del 21 de junio se espera un tiempo más seco, pero el suelo anegado y el alto nivel de los ríos mantienen el riesgo de inundaciones. Las autoridades vigilan la situación y podrían declarar el estado de emergencia.
Según un boletín publicado el jueves por Defensa Civil, más de 90 municipios ya habían registrado daños como inundaciones, corrimientos de tierras, destrucción de puentes e interrupción de carreteras. Entre los más afectados están Santa Maria, Encruzilhada do Sul, Cachoeira do Sul, Arvorezinha, Jaguari y Santa Cruz do Sul.