El Papa León XIV fue investido el domingo en una misa a la que asistieron unas 100.000 personas en la Plaza de San Pedro. Robert Francis Prevost, de 69 años, ex cardenal y misionero en Perú, recibió el anillo y el palio del pescador, que simbolizan su papel como “pescador de hombres”.
Prevost posee doble ciudadanía, estadounidense y peruana. Estos países estuvieron representados por el vicepresidente J. D. Vance y la presidenta Dina Boluarte, respectivamente. Entre los 150 países que enviaron dignatarios se encontraban Brasil y Paraguay.
En su sermón, León XIV hizo un llamado a la unidad de la Iglesia Católica. También criticó un modelo económico que explota los recursos y margina a los pobres, lo cual se interpretó como un mensaje contra las políticas del presidente estadounidense Donald Trump.
Prevost, un moderado que busca unir a las facciones reformistas y conservadoras, se alinea con el enfoque de su predecesor, el Papa Francisco, en los desfavorecidos.
León XIV expresó humildad, reconociendo las tensiones internas de la Iglesia sobre temas como la moral sexual y el rol de la mujer, a la vez que enfatizó la unidad.
El vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin, entregó personalmente una carta del presidente Luiz Inácio Lula da Silva invitando al Papa León XIV a la conferencia climática COP30 en Belém, en el estado de Pará. En la nota, Lula también reconoció el próximo bicentenario de las relaciones diplomáticas entre Brasil y la Santa Sede en 2026.
La COP30, una conferencia anual de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, reunirá a líderes mundiales, científicos y representantes de la sociedad civil para debatir sobre la acción climática.
Durante su visita al Vaticano, Alckmin enfatizó el papel del Papa en la promoción de la paz y expresó esperanza para la humanidad. También se reunió con cardenales brasileños y con el Secretario de Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales de la Santa Sede en la embajada de Brasil en el Vaticano.
Mientras tanto, el mandatario paraguayo, Santiago Peña, y la primera dama, Leticia Ocampos, saludaron breve y cordialmente al Papa León XIV tras su entronización. Peña expresó la devoción del pueblo paraguayo a la Virgen de Caacupé e invitó al pontífice a visitar Paraguay, a lo que León XIV respondió efusivamente.
Peña había sido duramente criticado por no asistir al funeral de Francisco el mes pasado debido a un viaje de 11 días a Estados Unidos.