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Sábado, 25 de enero de 2025 - 04:05 UTC

 

 

Gigantesco iceberg cercano a Georgia del Sur suscita temores

Viernes, 24 de enero de 2025 - 21:06 UTC
Las imágenes satelitales confirmaron que el A23a estaba intacto y a 173 millas de Georgia del Sur Las imágenes satelitales confirmaron que el A23a estaba intacto y a 173 millas de Georgia del Sur

El témpano A23a, posiblemente el más grande y antiguo del mundo, que lleva vagando por el Atlántico Sur y se dirige al territorio británico de ultramar de las islas Georgia del Sur desde el mes pasado, no ha cambiado de rumbo esta semana ni se ha derretido un ápice, lo que supone una grave amenaza para la fauna local. Esta semana fue avistado a 173 millas (280 km) de distancia.

El iceberg podría encallar contra la isla, lo que significaría que las numerosas focas y pingüinos que viven allí no podrían acceder a los alimentos. En 2004, el iceberg A38 encalló en la plataforma continental de Georgia del Sur, dejando pichones de pingüino y crías de foca muertos.

Se calcula que la masa de hielo pesa casi un billón de toneladas. Las islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur poseen una rica biodiversidad y albergan una de las mayores zonas marinas protegidas del mundo. Según imágenes satelitales, la estructura parece haber mantenido su tamaño y aún no se ha roto en trozos de menor tamaño. explicó el British Antarctic Survey (BAS). Miles de icebergs más pequeños son más difíciles de rastrear e igual de peligrosos, dijo el capitán Simon Wallace desde su navío en Georgia del Sur. “El hielo más pequeño puede reunirse en franjas y parches y, dependiendo de su densidad, puede ser intransitable, además de llenar las bahías y fiordos de Georgia del Sur haciéndolos inaccesibles para nosotros, lo que realmente puede ser un problema”, explicó también. “Los icebergs son intrínsecamente peligrosos. Me alegraría mucho que no nos alcanzara”, añadió.

El Centro Nacional de Hielo de Estados Unidos confirmó este mes que el A23a seguía siendo el mayor del mundo, con una superficie de 3.672 kilómetros cuadrados en agosto. El A23a ha ostentado el título de “mayor iceberg” desde la década de 1980, aunque ha sido superado en ocasiones por icebergs más grandes pero de vida más corta, como el A68 en 2017 y el A76 en 2021. Se espera que témpanos gigantes se conviertan en una característica común en breve, dadas las aguas más cálidas que ahora rodean a la Antártida, debido a lo cual es muy probable que se desprendan más trozos de hielo.

La estructura ha sido objeto de un estrecho seguimiento desde que se soltó de la plataforma de hielo Filchner-Ronne en 1986, tras lo cual permaneció encallada en el fondo del mar de Weddell durante más de 30 años. Después, fue arrastrado antes de quedar atrapado de nuevo en una columna de Taylor, un vórtice giratorio de agua provocado por el choque de corrientes oceánicas contra una montaña submarina. Anteriormente albergó una estación de investigación soviética.

“Actualmente se encuentra en un meandro de la corriente y no se dirige directamente hacia la isla”, señaló el oceanógrafo del BAS Andrew Meijers. “Pero nuestro conocimiento de las corrientes sugiere que es probable que pronto vuelva a moverse hacia la isla”. Meijers insistió en que las imágenes de satélite mostraban que el A23a estaba intacto, a diferencia de “megabergs” anteriores, que se desintegraron en trozos más pequeños.

“Georgia del Sur se encuentra en el callejón de los icebergs, por lo que cabe esperar impactos tanto para la pesca como para la vida salvaje, y ambas tienen una gran capacidad de adaptación”, declaró Mark Belchier, ecologista marino que asesora al gobierno local. “La gente podría estar preocupada por la posibilidad de que entre en contacto con Georgia del Sur en las próximas dos o cuatro semanas”. Georgia del Sur es el hogar de focas peleteras y pingüinos, y actualmente se encuentran en plena época de cría“, explicó Meijers. Millones de focas, pingüinos y aves marinas crían en Georgia del Sur y se alimentan en las aguas circundantes. ”Así que si toca tierra, interrumpirá su acceso a los suministros de alimentos, lo que significa que muchos de los polluelos y crías probablemente morirán. Esto se suma a una mala temporada, ya que la gripe aviar está afectando a focas y pingüinos en la región”, añadió.

En 2020, el iceberg A68 hizo temer que colisionara con Georgia del Sur y aplastara la vida marina del fondo del mar. Pero finalmente se rompió en trozos más pequeños.