Una mujer japonesa considerada la persona más longeva del mundo falleció el pasado 29 de diciembre a los 116 años en una residencia de ancianos de la ciudad de Ashiya, en la prefectura de Hyogo, según se informó el sábado. Una monja brasileña es ahora la persona viva de mayor edad.
Nacida el 23 de mayo de 1908, Tomiko Itooka se convirtió en la persona más longeva de Japón en diciembre de 2023, tras la muerte de Fusa Tatsumi, de 116 años, en Kashiwara, en la prefectura de Osaka, vecina de Hyogo. Itooka fue reconocida como la persona más longeva del mundo por el libro Guinness de los Récords en septiembre de 2024, tras la muerte en España de María Branyas Morera, de 117 años y nacida en Estados Unidos.
Por 54º año consecutivo, Japón batió un nuevo récord de longevidad, con más de 95.000 centenarios, el 90% de ellos mujeres. El número de centenarios en el país prolifera, con más de 4.000 nuevos cada año.
Tomiko Itooka fue jugadora de voleibol en sus años mozos. Se casó a los 20 años y tuvo cuatro hijos. Durante la Segunda Guerra Mundial, dirigió la fábrica textil de su marido en Corea del Sur. A los 71 años enviudó. A los ochenta escaló varias montañas. Hasta los 110 no ingresó en una residencia de ancianos.
Tras el fallecimiento de Tomiko Itooka, la persona más anciana del mundo es ahora la brasileña Inah Canabarro Lucas, nacida el 8 de junio de 1908 y también de 116 años, según el Grupo de Investigación Gerontológica (GRG) de Estados Unidos y LongeviQuest. Ya había sido nombrada la monja de más edad en marzo del año pasado.
Cuando fue hospitalizada el año pasado aquejada de dolores, su sobrino Cléber Canabarro, de 84 años, declaró al diario Folha de São Paulo que le hicieron algunas pruebas y descubrieron que no tiene ninguna enfermedad.