Tras las duras críticas del Gobierno argentino de Javier Milei, el presidente chileno, Gabriel Boric Font, trató de calmar las aguas diplomáticas porque los jefes de Estado “pasan pero los pueblos permanecen”. Boric también insistió en que Argentina es un país “hermano”.
No me voy a referir al presidente de Argentina con adjetivos o insultos, como él acostumbra a hacer, dijo Boric al tiempo que lanzó un llamamiento a la humildad por encima de las diferencias personales. Prefiero hablar en positivo y decirles a ustedes, queridos vecinos, queridos campesinos, a todo Chile y también al hermano pueblo argentino, que en Chile hemos optado por fortalecer la salud pública, enfatizó en relación a la inauguración de un nuevo hospital en Chillán.
Quiero decirle al Presidente Javier Milei que soy presidente de Chile, y Argentina, para mí y para todos nuestros compatriotas, es un país hermano. Que la cordillera que nos funda, que los 5.000 kilómetros de frontera que compartimos seguirán ahí cuando usted y yo nos vayamos, subrayó Boric. Hay que tener un poco más de humildad, porque los presidentes pasamos, pero las instituciones y los pueblos permanecen.
Creo profundamente en promover el compromiso y la colaboración entre el sector público y el sector privado, y en algo tan básico como respetar al que piensa distinto, que es esencial en una democracia, señaló también Boric después de que el ministro de Economía argentino, Luis Toto Caputo, le llamara “comunista” que estaba hundiendo a su país, que había descuidado la batalla cultural. En una publicación en X, Milei respaldó las declaraciones de Caputo.
(Véase también: Enfado en Chile por “inexactas” palabras de ministro de Economía argentino)