Las fuerzas del orden de Ecuador detuvieron al menos a 12 personas durante las protestas antigubernamentales del jueves en Quito, que también dejaron tres policías heridos de los 2.000 desplegados para dispersar a los manifestantes que se oponían a la gestión del presidente Daniel Noboa en medio de una crisis energética sin precedentes que convirtió a la electricidad en un bien escaso ya que los apagones diarios duran hasta 14 horas. La movilización había sido convocada por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y por varias federaciones estudiantiles.
Mientras los informes de la Policía hablaban de 10 detenidos, entre ellos un funcionario, la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos Inredh indicaba que eran no menos de 12, entre ellos dos miembros de dicha organización.
Según medios locales, la protesta se tornó violenta cuando los manifestantes lanzaron piedras y palos a la policía tras los primeros enfrentamientos. Finalmente, los manifestantes fueron rociados con gas pimienta por las calles de Quito y se les impidió llegar a la sede presidencial.
Se esperaban manifestaciones posteriores en Guayaquil y otras ciudades del país, como Latacunga.
El dirigente del FUT José Villavicencio dijo que la movilización era en rechazo a la crisis económica, la inseguridad que golpea al país y la crisis energética que ha afectado al empleo. Somos una marcha pacífica, nos niegan el derecho a protestar, se quejó. Noboa aseguró que las manifestaciones buscaban desestabilizar al Gobierno.