El ministro de Economía de Argentina, Luis Toto Caputo, y su homólogo brasileño de Energía, Alexandre Silveira, firmaron este lunes, al margen de la Cumbre del G20 en Río de Janeiro, un acuerdo por el que se bombeará gas de Vaca Muerta a partir del próximo año, hasta alcanzar los 30 millones de metros cúbicos diarios a partir de 2030, es decir el mismo volumen que el mayor país de Sudamérica compraba a Bolivia.
El documento, que busca sentar las bases de la infraestructura necesaria para la venta de gas argentino de Vaca Muerta a Brasil, es una demostración inequívoca de que, independientemente de las posiciones políticas, debe haber un diálogo permanente, dijo Silveira a O Globo cuando se sabe que las cosas entre los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Javier Milei no son precisamente de color de rosa tras los comentarios despectivos del líder libertario durante su campaña electoral. En el momento del saludo en la Cumbre del G20, la tensión fue visible durante el frío apretón de manos.
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A partir de 2025 se enviarán dos millones de metros cúbicos de gas natural a Brasil, mientras representantes de ambos países analizan las alternativas para llegar a 30 millones de metros cúbicos diarios en 5 años.
Inicialmente, se utilizará el gasoducto Bolivia-Argentina, que en su momento fue construido para funcionar en sentido inverso, tras modificaciones para que el fluido pase de Argentina a Bolivia y luego llegue a Brasil a través de Gasbol, una estructura que conecta ambos países y que data de la década de 1990. Los técnicos también contemplan otras alternativas, como llegar al estado brasileño de Rio Grande do Sul a través de Uruguaiana, una conexión Argentina-Paraguay-Mato Grosso do Sul, y también alimentar a Rio Grande do Sul a través de territorio uruguayo.
Queremos aumentar la oferta de gas en Brasil y, en consecuencia, reducir el precio. Necesitamos tratar el gas como una energía de transición, aumentar el volumen para bajar el precio y reindustrializar Brasil, generando más oportunidades para nuestro pueblo, escribió Silveira en X.
En su publicación en la plataforma de Elon Musk, Silveira también mencionó que el acuerdo significaba gas más barato para Brasil y explicó que: Firmé con el ministro de Economía argentino, Luis Caputo, el memorando de entendimiento para traer gas de Vaca Muerta a Brasil. La previsión es que las importaciones brasileñas de gas natural de nuestros vecinos se hagan por cinco rutas.
En la actualidad, Brasil compra gas a Bolivia, donde se ha registrado una importante caída de la producción. Por otro lado, gracias a Vaca Muerta, Argentina, sobreabastecida, necesita colocar esa producción en algún sitio. Dada su situación geográfica, Brasil aparecía como el cliente ideal. De lo contrario, habría sido necesario recurrir a otros compradores. Además, el 70% de la energía de Brasil procede de centrales hidroeléctricas, por lo que la generación está sujeta a variaciones meteorológicas, como la actual sequía, la más grave de los últimos 74 años.
Según La Nación de Buenos Aires, la venta de gas a Brasil podría invertir la balanza comercial entre ambos países, tras vender el 8% de la producción argentina a la nación vecina.