El presidente argentino, Javier Milei, se convirtió este jueves en el primer mandatario extranjero en reunirse con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, tras la victoria de éste en las elecciones del 5 de noviembre. Se encontraron en el complejo Mar-a-Lago del republicano, en Florida, durante una CPAC (Convención de Acción Política Conservadora).
El trabajo que hiciste es increíble. Make Argentina Great Again [...] Tus números están funcionando, le dijo Trump a Milei, quien a su vez felicitó a su anfitrión por la mayor remontada política de la historia.
También asistieron al encuentro la secretaria de la Presidencia argentina y hermana Karina Milei, el canciller Gerardo Werthein y el multimillonario Elon Musk, que tendrá un papel clave en la administración entrante en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Según el Financial Times, Milei confía en que su incipiente amistad con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y con el multimillonario Elon Musk le ayude a conseguir las inversiones que tanto necesita su país, devastado por la crisis, incluido un nuevo préstamo del FMI. Sin embargo, el medio prevé poca receptividad por parte de Trump. Milei lleva tiempo anunciando que buscaría cerrar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
En su discurso en español en la convención, Milei dijo sentirse bendecido por permitírsele hablar aquí entre ustedes, que son verdaderos gigantes.
Creo que debemos unirnos y formar una alianza de naciones libres estableciendo nuevos lazos políticos, señaló también. Hoy el mundo es un lugar mucho mejor porque los vientos de la libertad son mucho más fuertes. Un verdadero milagro y la prueba de que las fuerzas del cielo están de nuestro lado, añadió.
Por su parte, Trump volvió a reformular su grito de guerra MAGA y lo convirtió en Make Argentina Great Again. Está previsto que asuma su segunda presidencia, aunque no consecutiva, el 20 de enero de 2025.
Asimismo, durante su viaje a Florida, Milei mantuvo reuniones con empresarios locales, pero debió acortar su gira para reunirse el fin de semana con el presidente francés, Emmanuel Macron, en la Casa Rosada en Buenos Aires, antes de asistir a la Cumbre del G20 en Río.