La ministra del Interior de Chile, Carolina Tohá, admitió este martes que su país necesita revisar sus políticas de seguridad, en particular en lo que respecta a los centros de salud, donde se han registrado varios incidentes. Según la Confederación Nacional de Funcionarios Municipales de Salud (Confusam), el año pasado hubo 7.184 agresiones contra personal de salud a nivel nacional y estas cifras van en aumento.
En este escenario, Tohá dijo el martes que el llamado Gabinete de Proseguridad se reuniría el viernes para analizar nuevas medidas, que podrían incluir más cámaras y mejores sistemas de iluminación y comunicación. Si no me equivoco, uno de los temas que están sobre la mesa es precisamente analizar estas diferentes alternativas, subrayó Tohá.
También se evaluó la posibilidad de contar con guardias armados dentro de los hospitales pero ello requeriría de una serie de elementos, condiciones y exigencias mayores, explicó tras una reunión con la ministra de Salud, Ximena Aguilera, y dirigentes de Confusam.
Tohá también señaló que desde 2022 se han destinado más de 4 millones de dólares a medidas de seguridad en los municipios, entre ellos los llamados botones de pánico.
La dirigente de Confusam, Gabriela Flores, destacó que en lugares como Alto Hospicio, al norte del país, nuestra gente trabaja con chalecos antibalas y cascos.
La seguridad en los centros de salud ocupó los titulares luego de dos hechos de violencia en las comunas de La Granja y Puente Alto. En el primer caso, un adolescente llegó con una puñalada por la espalda. Minutos después alguien irrumpió en el centro de primeros auxilios para rematarlo. Mientras tanto, en la clínica Bajos del Mena en el municipio de Puente Alto, unos narcotraficantes amenazaron con matar a los médicos si atendían a pandilleros rivales heridos.