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Alabama lleva a cabo la segunda ejecución con gas nitrógeno

Viernes, 27 de setiembre de 2024 - 13:42 UTC
Alabama intentó ejecutar a Miller en 2022 mediante inyección letal, pero no se pudo llegar a tiempo a sus venas Alabama intentó ejecutar a Miller en 2022 mediante inyección letal, pero no se pudo llegar a tiempo a sus venas

El estado norteamericano de Alabama utilizó este jueves por segunda vez el controvertido método de asfixia con gas nitrógeno para acabar con la vida del condenado Alan Eugene Miller por el asesinato de tres compañeros de trabajo en 1999. Mientras que los partidarios de este mecanismo afirman que la persona pierde el conocimiento rápidamente -lo que lo hace más humano que otros métodos- otros sostienen que el nitrógeno podría provocar un sufrimiento excesivo y que no hay forma de saber con certeza en qué momento una persona pierde el conocimiento en estas condiciones. Miller fue declarado muerto a las 18.38 hora local en la prisión de Atmore.

 Según un testigo de la AP, Miller, de 59 años, “se agitó y tembló en la camilla durante unos dos minutos, con el cuerpo tirando a veces de las correas. A esto siguieron unos seis minutos de periódicas respiraciones entrecortadas antes de quedarse quieto”.

“No he hecho nada para estar aquí”, fueron las últimas palabras de Miller, que a veces no se oían bien debido a la máscara de gas que le cubría la cara desde la frente hasta la barbilla para sustituir el aire respirable por 100% gas nitrógeno puro. Fue condenado por matar a Lee Holdbrooks, Christopher Scott Yancy y Terry Jarvis en 1999. Durante la investigación, se estableció que Miller creía que sus tres compañeros estaban difundiendo rumores sobre su sexualidad.

“Todo se desarrolló según lo previsto y de acuerdo con nuestro protocolo”, declaró a la prensa un funcionario del Departamento Correccional de Alabama tras el procedimiento del jueves. Los movimientos involuntarios de Miller en la camilla no fueron “nada que no esperáramos”, explicó también.

Alabama ya había probado ejecutarlo en 2022 mediante inyección letal, pero el intento fue suspendido después de que los funcionarios dijeran que no podían acceder a sus venas a tiempo. El estado aceptó finalmente ejecutarlo mediante hipoxia de nitrógeno, pero Miller cuestionó el método después de que se utilizara en enero con Kenneth Eugene Smith, quien tembló visiblemente en la camilla durante minutos antes de morir. El equipo jurídico de Miller alegó que la hipoxia por nitrónego le causaría un sufrimiento indebido.

“Esta noche, por fin se ha hecho justicia para estas tres víctimas mediante el método de ejecución elegido por el recluso”, declaró en un comunicado la gobernadora de Alabama, Kay Ivey. “Sus acciones no fueron actos de locura, sino de pura maldad. Sus atroces crímenes cambiaron para siempre a tres familias, y rezo para que puedan encontrar consuelo todos estos años después”.

“Después de dos décadas, Alan Miller fue finalmente condenado a muerte por una depravada cadena de asesinatos que acabó cruelmente con la vida de tres hombres inocentes”, dijo el fiscal general de Alabama, Steve Marshall. “Pido al pueblo de Alabama que se una a mí en la oración por las familias y amigos de las víctimas, para que ahora puedan encontrar la paz y el cierre”.

Un jurado declaró a Miller culpable de disparar a Holdbrooks seis veces, a Jarvis cinco y a Yancy tres. Primero mató a Holdbrooks y Yancy, sus compañeros de trabajo en Ferguson Enterprises, antes de conducir su camión hasta Post Airgas, una tienda de suministros de soldadura, para asesinar a Jarvis. La policía detuvo a Miller en su coche el mismo día de los asesinatos. Había una pistola Glock en el asiento del conductor y un cargador vacío en el del acompañante. Aunque un psiquiatra forense lo consideró “mentalmente enfermo” durante la vista de su sentencia, ello no fue suficiente para detener su ejecución porque su estado no alcanzaba el nivel de manía necesario para establecer una defensa por demencia según la ley de Alabama.

“Miller padecía un trastorno delirante que mermaba sustancialmente su capacidad racional”, según documentos judiciales. “Este trastorno delirante -unido al historial de Miller como solitario- dio lugar a que Miller creyera que las personas con las que trabajaba hablaban de él y que habían difundido rumores sobre él. Miller creía que Terry Jarvis había dicho a otros empleados de Post Airgas que Miller era homosexual”.

Miller fue el cuarto recluso ejecutado en Alabama este año, el decimoctavo en todo el país en 2024 y el número 1.600 de todos los tiempos en EE.UU. Su última comida consistió en una hamburguesa, patatas asadas y patatas fritas. También fue uno de los cinco hombres ejecutados en el país en sólo seis días. Otras ejecuciones se llevaron a cabo en Carolina del Sur, Misuri y Texas.

Categorías: Política, Estados Unidos.