El presidente argentino, Javier Milei, dijo este martes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York que su país abandonaría su tradicional neutralidad y tomaría partido en los conflictos en curso. También señaló que la organización global aspiraba a “imponer una agenda ideológica” en lugar de “buscar la paz” en el mundo permitiendo la entrada de “dictaduras sangrientas”.
Quiero ser claro: la agenda 2030, aunque bien intencionada en sus objetivos, no es más que un programa de gobierno supranacional de carácter socialista que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que atentan contra la soberanía de las naciones-estados y violan el derecho del pueblo a la vida, la libertad y la propiedad, enfatizó.
Ha sido la adopción de esta agenda, que obedece a intereses privilegiados, el abandono de los principios esbozados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, lo que ha distorsionado el papel de esta institución y la ha encaminado por un camino equivocado, añadió.
“Así, hemos visto cómo una organización que nació para defender los derechos humanos ha sido una de las principales promotoras de la vulneración de la libertad, como con las cuarentenas durante el año 2020, lo que debe ser considerado un crimen de lesa humanidad”, prosiguió el dirigente libertario.
“En esta misma casa, que dice defender los derechos humanos, han permitido la entrada de dictaduras sangrientas como las de Cuba y Venezuela sin el menor reproche”, apuntó también el mandatario sudamericano al criticar la reiterada animosidad de la ONU hacia Israel, único Estado democrático del Oriente Medio.
De ahí que la ONU perdiera credibilidad ante los ciudadanos del mundo libre, al convertirse en un Leviatán con muchos tentáculos que busca decidir no sólo qué debe hacer cada Estado Nación sino también cómo deben vivir todos los ciudadanos del mundo.
Milei también advirtió a la 79ª edición de la cumbre de jefes de Estado sobre lo que va a pasar si la organización sigue promoviendo las políticas colectivistas de la agenda 2030 y recordó que él no era un político sino un economista liberal libertario que acabó siendo presidente ante el estrepitoso fracaso de más de un siglo de políticas colectivistas que destruyeron nuestro país.