El presidente Luiz Inácio Lula da Silva celebró este sábado el Día de la Independencia de Brasil durante un ritualista desfile militar junto al polémico magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre De Moraes y otros altos funcionarios del Gobierno.
Mientras que los partidarios del ex jefe de Estado Jair Bolsonaro protagonizaron una multitudinaria concentración en la avenida Paulista de Sao Paulo en defensa de la libertad de expresión y exigiendo la destitución del magistrado por prohibir la red social X en todo el país.
Por su parte, la primera dama Janja da Silva también faltó al acto oficial tras ser invitada a Qatar para celebrar el Día Internacional para Proteger la Educación de Ataques en Doha.
Los discursos del desfile militar de este año en Brasilia giraron en torno a la presidencia de turno de Brasil en el G20 y la Cumbre de noviembre en Río de Janeiro, además de la reconstrucción del estado sureño de Rio Grande do Sul, azotado por lluvias sin precedentes, entre otros temas.
También participaron en los festejos atletas brasileños que participaron en los Juegos Olímpicos de París el mes pasado, así como la mascota de la vacunación, Zé Gotinha, mientras que en Sao Paulo miles de personas vestían camisetas de la selección brasileña y mostraban fotos del propietario de X, Elon Musk, a quien aclamaban como el nuevo protector de las libertades del país.
El desaforado Bolsonaro también aprovechó la ocasión para impulsar las candidaturas de sus seguidores para las próximas elecciones municipales en todo el país entre pancartas que afirmaban que De Moraes es inmoral u otros mensajes en el mismo sentido.
De Moraes es también el relator en la investigación sobre los disturbios del 8 de enero de 2023 en Brasilia, por los que muchas personas han sido condenadas a largas penas de prisión dada su supuesta implicación en lo que se consideró un golpe de Estado fallido.
Los manifestantes también impulsaron una amnistía para los condenados, cuyo proyecto de ley ya está en el Congreso. Defendieron esta medida Bolsonaro, sus hijos legisladores y el gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, entre otros oradores. Otro proyecto busca modificar la Constitución para limitar los poderes del STF.
En este escenario, Bolsonaro insistió en que el asalto al Palacio del Planalto, al Congreso Nacional y a la sede del STF nunca fue un golpe de Estado, a pesar de lo cual seguimos viendo personas juzgadas y condenadas como miembros de un grupo armado que buscó cambiar nuestro estado democrático de derecho.
De Freitas argumentó que una amnistía sería un remedio político para los condenados por vandalismo en Brasilia. Hoy estamos aquí, una vez más en la arena, una vez más por una devoción, por una causa. Estamos aquí para hacer la diferencia: y nuestra causa hoy es la libertad, es la amnistía para los condenados desproporcionadamente, subrayó.