Según el Centro Nacional de Monitoreo de Desastres Naturales (Cemaden) de Brasil, el país más grande de América del Sur enfrenta la sequía más severa de su historia reciente. La agencia también señaló que más de un tercio del país se vio afectado por un condiciones extremas.
Ana Paula Cunha, del Cemaden, dijo a G1 que Brasil nunca había registrado una sequía tan extensa e intensa como ésta desde que se llevan registros a partir de 1950. Antes, sólo regiones aisladas sufrían ciclos de sequía, pero esta vez es un fenómeno general, añadió.
El fenómeno actual también pone en peligro la producción de energía hidroeléctrica, con algunas regiones aisladas y afectadas por el bajo nivel de agua de algunos ríos que, por tanto, no son navegables.
Los expertos coinciden en que la sequía no tiene una única causa identificable, sino que es el resultado de la convergencia de varios factores, entre ellos El Niño, que ha elevado las temperaturas y disminuido las precipitaciones en todo el país. También han influido decisivamente los bloqueos atmosféricos provocados por zonas estacionarias de alta presión, que dificultan el paso de frentes fríos que podrían aumentar las precipitaciones. Además, un Atlántico tropical norte más cálido ha provocado una estación seca cada vez más larga.
Alrededor de 2.700 incendios provocados por el hombre han arrasado el estado de Sao Paulo, en el sur de Brasil, durante la última semana, destruyendo más de 59.000 hectáreas, incluidas vastas extensiones de campos de caña de azúcar, una de las principales exportaciones del país.
Tuvimos una combinación explosiva de tres factores: altas temperaturas, vientos muy fuertes y una humedad relativa muy baja en los últimos días, explicó el gobernador de Sao Paulo, Tarcisio de Freitas.
El período seco de Brasil suele durar de agosto a octubre. Pero los expertos en clima dijeron que el pasado mes de junio fue el más seco, más caluroso y más ventoso del país.
Además de la difícil situación en el estado de Sao Paulo, también se detectaron incendios récord en la meseta del Cerrado, una sabana tropical, y el Pantanal, el humedal tropical más grande del mundo, un área biodiversa repleta de diferentes especies de plantas y animales. El Pantanal, situado entre el Amazonas y Sao Paulo, perdió unas 600.000 hectáreas a causa de las llamas en junio. Los científicos dijeron que los incendios del Pantanal habían sido un 40% más intensos debido al cambio climático.
Imágenes de satélite monitoreadas por el instituto medioambiental brasileño MapBiomas mostraron en junio que las regiones del Amazonas y del Pantanal se enfrentaban a una grave reducción de agua. El bioma del Pantanal fue el que más se secó en 2023, registrando una disminución del 61% en comparación con el promedio histórico de 1985. La selva amazónica experimentó una sequía histórica de junio a noviembre de 2023, impulsada por las escasas precipitaciones y las altas temperaturas persistentes.