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Dos soldados colombianos detenidos en Rusia tras regresar de Ucrania durante una escala en Caracas

Sábado, 31 de agosto de 2024 - 08:15 UTC
Medina compartió su geolocalización desde el aeropuerto de la capital venezolana durante una escala procedente de Madrid. Esa fue la última vez que sus familias tuvieron contacto con ellos. Medina compartió su geolocalización desde el aeropuerto de la capital venezolana durante una escala procedente de Madrid. Esa fue la última vez que sus familias tuvieron contacto con ellos.

Dos soldados colombianos que combatieron junto a las fuerzas ucranianas contra Rusia han sido capturados en Moscú tras una misteriosa desaparición durante su viaje de regreso. José Arón Medina Aranda y Alexander Ante, que fueron vistos por última vez en Caracas el 18 de julio tras aterrizar procedentes de Madrid, han aparecido en un vídeo en el que se les ve detenidos en Rusia, donde se les acusa de ser mercenarios.

Los dos soldados, originarios del departamento colombiano del Cauca, habían pasado entre ocho y diez meses combatiendo en Ucrania antes de iniciar su viaje de regreso el 18 de julio, comenzando con un vuelo de Varsovia a Madrid. Desde allí, Medina envió un vídeo a su esposa, vestido con uniforme militar y preparándose para la siguiente etapa del viaje hasta Caracas. Horas después, compartió su geolocalización desde el aeropuerto de la capital venezolana. Esa fue la última vez que sus familias tuvieron contacto con ellos. Su vuelo a Bogotá estaba previsto para el 19 de julio, pero nunca embarcaron.

Los gobiernos de Rusia y Venezuela son estrechos aliados, y el presidente Vladimir Putin es uno de los pocos líderes que ha reconocido la reelección de Nicolás Maduro tras las elecciones del 28 de julio, cuya legitimidad ha sido cuestionada por gran parte de la comunidad internacional.

La preocupación aumentó cuando las familias de Medina y Ante perdieron el contacto con ellos, lo que les llevó a pedir ayuda al Ministerio de Asuntos Exteriores colombiano. El 25 de julio, la embajada de Colombia en Caracas envió una carta al Ministerio de Asuntos Exteriores de Venezuela preguntando si los dos soldados habían sido detenidos por alguna autoridad venezolana. La solicitud de acceso consular de la embajada, en caso de que los soldados estuvieran detenidos, recibió una vaga respuesta el 5 de agosto, en la que se indicaba que la solicitud se había remitido a la autoridad nacional competente, sin que se dieran más detalles.

La situación tomó un cariz más alarmante cuando, el 15 de agosto, la Cancillería colombiana confirmó que seguían esperando una respuesta de las autoridades venezolanas, sin que se informara de ningún avance. Finalmente, el viernes aparecieron unos vídeos en los que se veía a Medina y Ante detenidos en Moscú. En los vídeos, autentificados por las familias de los soldados, se les ve bajo custodia de militares rusos, declarando sus nombres e identificando el batallón ucraniano en el que combatieron. En las imágenes también aparecen sus documentos personales, como carnés de identidad, cartillas militares, permisos de conducir y tarjetas bancarias.

El congresista colombiano José Jaime Uscátegui, muy crítico con el gobierno del presidente Gustavo Petro, compartió el vídeo en las redes sociales, acusando al Ministerio de Asuntos Exteriores colombiano de desatender los derechos de estos dos ciudadanos colombianos. Uscátegui, conocido por su fuerte oposición a la administración de Petro, ha exigido al gobierno una acción más decisiva para conseguir la liberación de los soldados.

La captura de estos soldados pone de relieve la compleja y peligrosa situación a la que se enfrentan los combatientes extranjeros en Ucrania, especialmente los colombianos que, curtidos por uno de los conflictos armados más largos del mundo, se han unido a la lucha contra Rusia. Ucrania, necesitada de refuerzos debido a la intensidad de la guerra, ha acogido a combatientes extranjeros, entre ellos muchos colombianos. Según la periodista Catalina Gómez Ángel, que ha informado ampliamente desde Ucrania, el número de combatientes colombianos ha crecido, facilitado por unas normas de reclutamiento más flexibles y la distribución de información a través de grupos de WhatsApp entre ex militares.

Este incidente también arroja luz sobre la ambigua postura del Gobierno colombiano ante la invasión rusa de Ucrania. Por lo general, el presidente Petro ha evitado las críticas directas a Rusia, pidiendo a menudo un «acuerdo de paz» entre las dos naciones sin reconocer al agresor. Sin embargo, Petro sí condenó a Rusia hace un año tras un ataque a un restaurante en Kramatorsk, Ucrania, en el que resultaron heridos ciudadanos colombianos, entre ellos el ex Comisionado de Paz Sergio Jaramillo y el escritor Héctor Abad Faciolince. El ataque, que se saldó con la muerte de la escritora ucraniana Victoria Amelina, suscitó inusitadas críticas por parte de Petro, que acusó a Rusia de violar las reglas de la guerra.

En junio, Petro demostró aún más su reticencia a implicarse en el conflicto al cancelar su participación en una cumbre de paz en Suiza, donde se esperaba que se reuniera con el Presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. Petro adujo la alineación de la conferencia con la guerra como motivo de su abrupta decisión, haciendo hincapié en que Colombia y la mayor parte de América Latina no apoyan la prolongación del conflicto.