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Falklands se pregunta por qué el calamar Loligo faltó a la segunda temporada

Sábado, 24 de agosto de 2024 - 07:19 UTC
El Sub Director de Recursos Naturales de las Falklands, James Wilson dijo que según informes científicos hubo una confluencia de factores medioambientales El Sub Director de Recursos Naturales de las Falklands, James Wilson dijo que según informes científicos hubo una confluencia de factores medioambientales

La noticia, como era de esperar, conmocionó a Galicia, las Islas Falkland y la industria de pesca en el Atlántico Sur: el gobierno de las Islas decidió suspender el inicio de la segunda temporada de captura del calamar Loligo, por razones de conservación. El parte oficial de un 16 de agosto dijo que la decisión fue tomada como medida de conservación; permitir que la captura prosiguiera cuando la biomasa está en un mínimo sin precedentes significaría serios riesgo de largo plazo a la población del calamar Loligo, el cual a su vez impactará negativamente en la industria por muchos años por delante en el futuro.

Previamente hubo dos cruceros de relevamiento, en julio y en agosto, a cargo del Departamento de Pesca de las Falklands, en los cuales se comprobó que la biomasa estaba muy por debajo de las 10,000 toneladas, considerado el mínimo indispensable para la continuidad del ciclo reproductivo del Loligo.

La decisión se tomó en consonancia con la industria de pesca de las Falklands la cual coincidió con las razones esgrimidas, aunque también resaltando el impacto en el sector pesca, tanto financiera como operacionalmente.

Cheryl Roberts hablando en nombre del Grupo de Productores de Loligo de las Falklands describió la situación para el sector como “altamente desafiante”, en vista que viene precedida de un cierre temprano, por razones similares de la segunda temporada Loligo 2023. El Grupo entiende la necesidad de enfoques de precaución que permitan afrontar futuras temporadas con más latitud.

Pero qué fue lo que se entiende sucedió, y ocasionó tan grave situación?

El Sub Director de Recursos Naturales de las Falklands, James Wilson, fue entrevistado al respecto y dijo que según informes científicos hubo una confluencia de factores medioambientales, y por tanto inevitables cuando una biomasa tan baja y poca presencia del calamar.

Según Wilson un verano de malas condiciones pudo haber influido en el volumen de sobrevivencia del calamar, la muy fuerte corriente de las Falklands en dirección norte, arrastrando a cardúmenes de cefalópodos Loligo que son malos nadadores y la temperatura del océano que este año ha sido particularmente baja.

El Loligo es muy sensible a la temperatura

“El Loligo es muy sensible a la temperatura y las bajas temperaturas pudieron muy bien afectar su desarrollo y habilidad para migrar. Creemos que hubo una confluencia hacia una tormenta medioambiental perfecta, y nada podía hacerse desde un punto de vista de protección de la pesquería”.

De todos modos el Departamento de Recursos Naturales piensa implementar y rastrear un programa a la inversa, para mejor poder determinar puntos de referencia y lo sucedido.

Por su parte Cheryl Roberts confirmó que la Asociación de Compañías de Pesca de las Falklands han contratado a SAERI, el instituto de investigaciones medioambientales del Atlántico sur, para que realice un mini relevamiento. Un fenómeno de esta naturaleza con una cámara nocturna para el seguimiento del Loligo en zonas costeras ya se ha implementado, el cual permitirá auscultar con más certeza los juveniles de calamar Loligo que aún no se han desplazado a las áreas de captura.

Wilson también indició que de parte del Departamento de Pesca no había planes para un nuevo relevamiento completo en setiembre, debido al costo, decenas de miles de libras, y “por tanto corresponderá a los científicos que nos indiquen como procedemos de aquí en más.”

El otro asunto e igualmente trascendente es el impacto de la falta de una segunda temporada de calamar Loligo, con resultados negativos para las empresas de pesca y para la propia recaudación impositiva futura del gobierno de las Islas. De acuerdo a la Ordenanza del 2005 sobre administración y conservación de Pesquerías, hay prevista compensaciones sobre las licencias de pesca, “pero, un gran pero, explícitamente afirma que cuando el cierre es por razones de conservación, no son razón de excepción”.

Por su parte el Secretario de Finanzas de las Islas, Pat Clunie sostuvo que el estimativo de recaudaciones futuras en el presupuesto del gobierno de las Falklands se basaban en pronósticos prudentes, aunque con margen de riesgo financiero.

Profundizando en el tema de compensaciones el Administrador General de las Islas, Andy Keeling confirmó la situación, “En cuanto a las licencias de pesca , no existe un sistema automático de compensaciones bajo el actual sistema. Si así lo requiriere la industria tendrá que referirse a la Asamblea Legislativa, y sus integrantes con toda la información disponible, dispondrán si debe procederse a una compensación. La falta de un sistema para una situación de esta naturaleza, ha llevado al gobierno de las Islas y a la industria a una revisión de dicho mecanismo.”

Se trata de la primera vez en que la temporada de Loligo no se abre, algunas veces en el pasado se abrió, para luego cerrarse en vista que se había logrado el nivel de capturas programado.

“Es necesario asegurarse la sustentabilidad a largo plazo. Si se agota el stock de Loligo mediante la pesca, cuando se está en un punto crítico por demás bajo, el calamar desaparecerá por años, cuando no para siempre,” destacó Wilson.

La opinión del científico Dr. Alexander Arkhipkin

También se contactó al Dr. Alexander Arkhipkin, quien fuera el jefe científico de Pesquerías de las Falklands y una eminencia internacional reconocida en materia de cefalópodos.

El Dr. Arkhipkin confirmó que cualquier pesquería de calamar es susceptible a los cambios rápidos lo cual la hace difícil de monitorear y controlar. Relató que cuando en el cargo de jefe científico la distribución, las capturas, tamaño de los calamares, condiciones medioambientales eran analizadas diariamente; “era fundamental para mantener la situación bajo control y para reaccionar rápidamente ante cualquier posible cambio, y a pesar de fluctuaciones pudimos asegurar un stock doméstico de Loligo estable y abundante, con capturas de hasta 100,000 toneladas”.

El Dr. Arkhipkin dejó el Departamento de Pesca de las Falklands en 2023, pero se manifestó preocupado por la potencial y sustancial brecha en materia de conocimiento experimentado sobre peces, calamares y de la pesquería en general, y se ofreció de consultor por un año para asesorar. Al científico ruso se le considera una autoridad internacional en materia de cefalópodos y afirma que cuando dejara su puesto en las Falklands, a su manera de ver ya había en la pesquería algunas señales que se animó a describir como “presagios.”

Argumentó que en la segunda temporada de captura de Loligo el año pasado las naves estaban concentradas en un área muy reducida, pero igual seguían con grandes volúmenes de capturas. “Me preocupaba que, según mi opinión, la pesquería del Loligo podría enfrentarse a un típico caso de ”hiperestabilidd“ en materia de capturas. El problema principal con la hiperestabilidad es que el decrecimiento/agotamiento de capturas observadas y de captura por esfuerzo unitario, no reflejan un mayor y fuerte decrecimiento/agotamiento en la abundancia del tamaño del stock”

Continuó explicando que una de las razones para esto pueden ser los parches en la distribución del stock, y podría muy ser que la flota estuviera concentrada específicamente en esos parches.

En el caso de la hiperestabilidad es más fácil la sobre pesca en un stock ya bastante más pequeño de peces/calamares. A mi manera de ver esto fue lo que estuvo sucediendo durante la segunda temporada de Loligo en 2023. Escribí sobre estas inquietudes al Departamento de Pesca de las Islas Falkland, pero su respuesta fue que la pesquería ingresaba en un proceso de agotamiento regular (y por eso cerraron la temporada más temprano), y no hubo mucha preocupación con el stock remanente.

En vista de sus preocupaciones con la pesquería del Loligo, el Dr. Arkhipkin sugirió al Departamento de Pesca de las Falklands que se pusieran en contacto con otra eminencia en materia de estadística de pesca, el Dr. Ruben Roas que había trabajado con anterioridad en las Falklands.

“El podría elevar el actual modelo de agotamiento, agregándole un componente espacial,” explicó el científico ruso, “y de esa forma evaluar el riesgo de hiperestabilidad y potencial sobrepesca, brindándole más tiempo al Departamento de Pesca para advertir a la industria de pesca. Desafortunadamente el Departamento de Pesca no aprovechó la oportunidad de contratar la experiencia y conocimientos del Dr. Roa”.

Perspectivas para segunda temporada de Loligo en 2025

El Dr. Arkhipkin quien ahora es el principal científico del Departamento de Pesquerías de Nueva Zelandia, se dirigió al Departamento de Pesca de las Falklands en setiembre del 2023 afirmando, “Resultaría interesante analizar la totalidad de la segunda temporada de Loligo y asesorar. Podría ser que en caso de confirmación de una situación de hiper estabilidad y subsiguiente sobre pesca del Loligo, se haría necesario implementar algunas medidas drásticas para la segunda temporada en el 2024. incluyendo la posibilidad de prohibir por completo la captura como forma de reconstruir el stock a niveles apropiados”

“Me hubiera gustado que mis predicciones no hubieran sido acertadas, pero desafortunadamente lo fueron. De todos modos, creo ser posible predecir una situación tan grave para una segunda temporada de Loligo con varios meses de anticipación al inicio de la temporada y alertar a las naves antes que partan desde España sobre la posibilidad de un stock reducido, y desfavorables condiciones medioambientales que pueden conducir a la cancelación de la temporada de pesca”

La decisión de cerrar la temporada fue la correcta, pero el Dr. Arkhipkin aclaró que le gustaría recomendar un segundo relevamiento completo en la segunda mitad de setiembre de este año para ver cuanto calamar resta en el área para el desove.

Por último la buena noticia es que los stocks de calamar tienden a recuperarse con bastante rapidez, empero si necesitan condiciones medioambientales favorables, al igual que un decrecimiento en la presión de las capturas para poder realizarse.

“Al respecto no soy optimista respecto a la segunda temporada de Loligo el año entrante, la cual precisa recuperarse luego de un considerable colapso en su abundancia.”

Finalmente el Dr.Arkhipkin sugiere que se forme un Grupo de Trabajo similar a los existentes en Nueva Zelandia, los cuales serían muy útiles ya que partes interesadas y especialistas del exterior pueden reunirse para revisar los proyectos.

El Grupo sería capaz de ayudar a investigar las formas de recuperación de stocks para la segunda temporada del Loligo, y de esta forma evitar serios impactos para la economía de pesca de las Falklands, concluyó.

Categorías: Pesca, Falklands-Malvinas.