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Fallece a los 117 años la persona más longeva del mundo

Miércoles, 21 de agosto de 2024 - 08:09 UTC
“He vivido más de lo que debía y la muerte es una visita esperada”, dijo alguna vez la alegre Branyas “He vivido más de lo que debía y la muerte es una visita esperada”, dijo alguna vez la alegre Branyas

María Branyas Morera, una española nacida en Estados Unidos considerada la persona más longeva del mundo tras el fallecimiento de la monja francesa Lucile Randon en enero de 2023, ha muerto a los 117 años, según ha anunciado este martes su familia en redes sociales. En su cuenta de X, Branyas se describía a sí misma como “muy vieja, pero no idiota”. La anciana vivía en una residencia en Olot, Girona. Su familia planeó un funeral estrictamente privado.

“Maria Branyas nos ha dejado. Se ha ido como ella quería: durmiendo, tranquila y sin dolor”, indicó el posteo en catalán. El Grupo de Investigación Gerontológica, que valida los datos de personas de más de 110 años, la consideraba la persona más anciana del mundo.

Nacida en San Francisco el 4 de marzo de 1907, pasó algún tiempo en Nueva Orleans, donde su padre fundó una revista, antes de embarcarse hacia España durante la Primera Guerra Mundial. A los 113 años, dio positivo en la prueba del Covid-19, aunque sin síntomas graves.

Según los registros conocidos, la persona más longeva del mundo fue Jeanne Louise Calment, una francesa que murió en 1997 a la edad de 122 años y 164 días.

Desde el martes, y según el Grupo de Investigación Gerontológica, la persona viva de más edad es la japonesa Tomiko Itooka, de 116 años.

Con 115 años, Randon se convirtió en la mujer más longeva de la Tierra. Su caso fue retratado en un documental del regisseur Sam Green porque el experto en cáncer Manel Esteller había estudiado sus células. “Nunca hemos tenido a nuestro alcance las células de una persona de 117 años. Son excepcionales. Estudiamos el genoma, los microbios, las proteínas y su metabolismo para encontrar alguna pista que explique una supervivencia tan alta; qué mutación genética tiene”, dijo entonces el científico.

Branyas había mostrado síntomas de mayor debilidad en los últimos meses. La propia familia ha compartido unas palabras que la anciana había expresado hace unos días. “Un día no lo sé, pero está muy cerca, este largo viaje habrá terminado. La muerte me encontrará agotada de haber vivido tanto, pero quiero que me encuentre sonriente, libre y satisfecha”.

“No lloréis, no me gustan las lágrimas. Y sobre todo no sufráis por mí. Ya me conocéis, allá donde vaya seré feliz porque de alguna manera siempre os llevaré conmigo”, dijo también. “He vivido más de lo que debía”, solía decir, “y la muerte es una visita esperada”.

Su padre murió en el viaje de vuelta a Cataluña cuando ella tenía ocho años. Desde niña sufrió una discapacidad auditiva. Durante la Guerra Civil española, se exilió durante un breve periodo en Francia para evitar represalias. “Se sabe que las personas que han sobrevivido a periodos de hambruna tienen cierta ventaja como supervivientes”, explica Esteller.

En España viven unas 20.000 personas mayores de 100 años y más de 700 de ellas tienen más de 105 años. España es el quinto país del mundo con mayor esperanza de vida (83 años), por detrás de Japón, Suiza, Corea y Singapur.