El Ministerio de Salud Pública de Uruguay vigila permanentemente la posibilidad de un brote de viruela del mono en el país sudamericano, pero hasta el momento no se ha detectado ningún caso, según explicó este jueves la ministra Karina Rando durante una rueda de prensa en Montevideo.
”En nuestro país tenemos todas las alertas encendidas (...), el Laboratorio de Salud Pública tiene sus centros centinelas (...), no hemos detectado ningún caso nuevo en Uruguay en los últimos tiempos, a pesar de la declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS)” de emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII).
Nuestro trabajo es el control de todas aquellas personas que hayan estado expuestas a un posible contagio y, por supuesto, las tropas que están en el Congo van a tener un seguimiento médico muy particular y también, si tienen algún síntoma, el índice de sospecha es muy alto si provienen de zonas donde hay brotes, agregó.
Tropas uruguayas han sido desplegadas en el Congo como parte de una misión de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas. Es en ese país africano donde más casos se han disparado, lo que ha llevado a la OMS a la declaración de esta semana después de que sólo este año se hayan atribuido más de 500 muertes a la viruela del mono en 13 países africanos, dada la rápida propagación de la nueva variante del virus (clado I).
También el jueves, las autoridades suecas confirmaron la primera detección no africana de la enfermedad en un hombre con antecedentes de viaje reciente.
La directora en funciones de la Agencia Sueca de Salud Pública, Olivia Wigzell, declaró que la persona infectada buscó atención médica en la zona de Estocolmo. También señaló que este caso no representaba una amenaza para la población en general. El caso es el primero causado por el clado 1 que se ha diagnosticado fuera del continente africano. Además, la persona afectada se infectó durante una estancia en una zona de África donde hay un gran brote de mpox clado 1, explicó Wigzell.
Hasta ahora se conocen dos variantes de mpox, el clado 1 y el clado 2. Aunque el clado 2 causó una emergencia de salud pública en 2022, fue relativamente leve. Se identificaron unos 300 casos de esa cepa en Suecia. El gobierno señaló que el clado 1 estaba probablemente asociado con un mayor aumento de un curso más grave de la enfermedad y una mayor mortalidad.
El clado 1 se propaga con mayor frecuencia a través de contactos domésticos estrechos, donde suele infectar a los niños. En cambio, la variante más leve, el clado 2, se contagia principalmente por contacto sexual. Según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, los síntomas suelen aparecer entre seis y trece días después de la infección, con fiebre y dolores de cabeza, erupciones o llagas y dolores musculares. Para los pacientes con alto riesgo de complicaciones, como niños pequeños, mujeres embarazadas o personas inmunodeprimidas, se recomienda la hospitalización para un seguimiento más estrecho. En casos graves, pueden utilizarse antivirales específicos, como el tecovirimat, según las indicaciones de la OMS.