La misión diplomática de Brasil en Caracas representará los intereses de Argentina a partir de las 9:00 hora local del jueves, luego de que el régimen venezolano del presidente Nicolás Maduro expulsara a la delegación del presidente Javier Milei, quien desconoció los resultados de las elecciones anunciados el pasado domingo y en las que el actual jefe de Estado habría sido designado para el período 2025-2031.
En opinión de la administración de Maduro, la medida del Gobierno Libertario consistió en acciones y declaraciones injerencistas inaceptables, aunque hasta el momento el Consejo Nacional Electoral (CNE) no ha presentado las actas de cada mesa para fundamentar el anuncio de que Maduro había ganado cuando la oposición insiste en que Edmundo González Urrutia había recibido el doble de votos. “Ni Maduro se cree la estafa electoral que celebra”, argumentó Milei. El Palacio San Martín advirtió a Venezuela que no emprenda ninguna acción que ponga en peligro a su personal diplomático.
La embajada argentina fue rodeada por fuerzas de seguridad venezolanas y se quedó sin electricidad. Además, se impidió la entrada de suministros básicos a las instalaciones en una medida para aumentar la presión para la entrega de los seis líderes de la oposición venezolana que solicitaron asilo allí desde marzo, todos ellos colaboradores cercanos de la líder inhabilitada María Corina Machado.
Está previsto que la delegación argentina aborde un vuelo a Portugal y eventualmente llegue a Madrid para el último tramo hasta Buenos Aires. Sin embargo, el destino de los refugiados aún no se ha anunciado. El gobierno libertario ha solicitado a los organismos internacionales que se involucren para garantizar los correspondientes salvoconductos, que serían los pasos lógicos según la Convención de Caracas sobre relaciones diplomáticas. Washington también ha mediado en esa gestión.
El gesto de Brasil se interpreta como una señal de solidaridad diplomática a pesar de la tensa rivalidad entre los presidentes Milei y Luiz Inácio Lula da Silva.