El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, insistió durante un evento del G20 en Río de Janeiro en que luchar contra el hambre era una opción política, informó Agencia Brasil. El líder sudamericano también se comprometió a sacar a su país de esa difícil situación durante su actual mandato.
“El hambre no es sólo el resultado de factores externos, sino sobre todo el resultado de decisiones políticas. Hoy el mundo produce alimentos más que suficientes para erradicarlo. Sólo necesitamos crear las condiciones para el acceso a los alimentos”, argumentó Lula, quien subrayó que el gasto en armamento aumentó un 7% el año pasado, alcanzando los 2,4 billones de dólares.
Revertir esta lógica es un imperativo moral de justicia social, pero también esencial para el desarrollo sostenible, añadió el líder del Partido de los Trabajadores (PT) durante el prelanzamiento del grupo de trabajo de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza en la antigua capital de Brasil. .
“El hambre no es algo natural; el hambre es algo que requiere una decisión política”, añadió. No es posible que, a mediados del siglo XXI, cuando ya hablamos de inteligencia artificial, sin poder recurrir a la inteligencia natural que todos tenemos, todavía estemos obligados a mantener un debate diciéndole a nuestros líderes políticos de todo el mundo que 'por favor miren a los pobres porque son seres humanos, son personas y quieren tener oportunidades'”, prosiguió el mandatario anfitrión.
La alianza será propuesta por Brasil en la Cumbre del G20 en noviembre. Se financiará gravando a los superricos, explicó el Ministro de Finanzas de Brasil, Fernando Haddad. La iniciativa es una de las prioridades de Brasil como presidente pro tempore del G20, un grupo que reúne a 19 de las economías más grandes del mundo más la Unión Europea y la Unión Africana.
Haddad citó un estudio del economista francés Gabriel Zucman, encargado por Brasil, que sugiere que gravar a los multimillonarios con un impuesto del 2% de su riqueza podría generar hasta 250 mil millones de dólares anuales. Eso es aproximadamente cinco veces la cantidad asignada por los diez mayores bancos multilaterales para combatir el hambre y la pobreza en 2022, señaló Haddad.
Es imperativo que nos movilicemos para aumentar los recursos internacionales para abordar el hambre y la pobreza. Debemos explorar instrumentos financieros innovadores para el desarrollo”, puntualizó.
El brasileño Ilan Goldfajn, titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dijo que su organización estaba comprometida con la erradicación de la pobreza extrema en América Latina para 2030.