El acceso a Internet se ha convertido en un servicio básico en Chile al igual que el agua potable, el saneamiento y la electricidad, lo que lo torna elegible para subsidios y otras formas de asistencia gubernamental, se informó este jueves desde Santiago.
Estos servicios ahora tendrán “una regulación similar a la que ha tenido históricamente la telefonía”, explicó en una entrevista radial el subsecretario de Telecomunicaciones, Claudio Araya. A las personas no se les negará el servicio cuando se encuentren dentro del área de servicio de una empresa, añadió.
La nueva legislación publicada en el Boletín Oficial de Chile allana el camino para que el Estado tome medidas y ayude a las familias a costear la conectividad a Internet, mientras se establecen nuevas obligaciones para los proveedores. “Si la capacidad de su red es limitada, tienen hasta seis meses para ampliarla (...) si tienen que construir una nueva red, tienen hasta 12 meses para hacerlo y están obligados a prestar el servicio”, señaló el funcionario.
También aclaró que estas especificaciones se refieren únicamente a internet fija, “para proteger al usuario en su hogar”.
El ministro de Transportes y Telecomunicaciones de Chile, Juan Carlos Muñoz, subrayó que medidas de este tipo se adoptaron para acortar la brecha digital. El país sudamericano está considerado como el el cuarto mejor a nivel mundial en términos de velocidad promedio de Internet de banda ancha.