El Gobierno de Israel ha ordenado a la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) que abandone su sede en Jerusalén Este en un plazo de 30 días. La medida fue adoptada a petición del ministro ultraortodoxo de Vivienda, Yitzhak Goldknopf. La Autoridad de Tierras de Israel (ATI) afirmó que la UNRWA debía más de 27 millones de shekels (alrededor de 7 millones de euros) por operar en tierras pertenecientes a Israel “sin consentimiento” durante los últimos siete años.
La UNRWA se estableció en 1949 y opera en Gaza, Cisjordania, Siria, Líbano y Jordania para ayudar a los 700.000 palestinos que se vieron obligados a huir de sus hogares durante la creación del Estado de Israel.
Goldknopf envió una carta a la UNRWA afirmando que está obligada a detener inmediatamente cualquier uso ilegal, destruir todo lo que haya construido en violación de la ley, desalojar el terreno de cualquier persona o artículo y devolverlo a la ATI dentro de los 30 días.
Si usted no cumple, ATI se reserva el derecho de responder con todos los medios legales, y usted tendrá que hacerse cargo de los costos involucrados. No se enviará ninguna otra advertencia.
La agencia afirmó que no había recibido ninguna comunicación oficial de las autoridades israelíes sobre el asunto y enmarcó el anuncio como parte de una campaña israelí para desmantelarlo.
La UNRWA es una agencia de las Naciones Unidas que tiene un mandato de la Asamblea General de la ONU desde 1949 para hacer su trabajo. No vamos a ninguna parte, dijo el portavoz Jonathan Fowler.
Respecto a las recientes acusaciones de que la UNRWA había apoyado a la organización terrorista Hamás, el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha restado importancia a estas versiones y ha dicho que la UNRWA sigue siendo un salvavidas esencial para los palestinos.