Una promisoria convergencia de intereses se ha puesto en marcha en las Islas Falkland, instrumentado por su organización medioambiental, Falklands Conservation, e involucra al gobierno de las Islas y una empresa pesquera relevante, haciendo confluir esfuerzos por recuperar tierras erosionadas en las Islas, que ayudarían a compensar la huella de carbono de la pesquera..
El proyecto tiene como lugar de experiencia una isla, (Middle Island) de las setecientas que conforman las Falklands, de unas 150 hectáreas propiedad de Falklands Conservation desde 1994, y que previamente había sido de distintos productores laneros cuyos ovinos arrasaron con toda la vegetación y rico hábitat, generando una gran erosión de suelos, ayudada por los permanentes vientos.
Dentro de tantas calamidades hay un punto positivo y es la ausencia de roedores que fueran exterminados en un ensayo positivo que incluyera a varias islas, lo cual permitía que ciertas aves autóctonas aún pudieran refugiarse entre las matas ya que en las Islas no hay árboles ni montes naturales.
En el otro extremo del proyecto emerge una empresa de las Falklands que opera en la pesca de la muy cotizada merluza negra y que aspiraba a de alguna manera compensar la huella de carbono de sus actividades y hasta quizá lograr que el producto que comercializa categorice como de carbono neutro.
Así se le encomendó en el 2019 a su Gerenta Joost Pompert, del momento ya que por lo visto muchas empresas competidoras habían logrado o estaban alcanzando ese propósito ya fuera por una metodología, directa, indirecta o de otras. Es decir por ejemplo inversiones en energía solar, plantación de árboles, la restauración de manglares u otras vegetaciones costeras, con el objetivo de compensar la generación de anhídrido carbónico equivalente.
Una vez determinada y comprobada la producción anual de CO2Equivalente por la pesquera, se buscó alguna formal local para ayudar a compensar, para ello se apeló a la Falklands Conservation, con la cual se entendió que recuperar el follaje de matas de tussac, (Poa Falbellata), que pueden ser muy altas, duraderas, que acumulan carbono, ayudan al terreno de turba y donde se esconde y anida mucha de la fauna de las Falklands común al Atlántico sur podría encajar.
Es más muchas de las ilustraciones originales de los primeros exploradores muestran costas de las Islas cubiertas de las matas de tusac.
Y así fue como nació el proyecto de restauración de Middle Island, con muchas hectáreas de suelos erosionados y en algunos casos hasta con la arcilla expuesta. Al principio se había pensado que dejandolos descansar los suelos recuperarían pero nada de eso ocurrió, agravado por el viento.
Las tareas comenzaron en 2019, y se amplió en 2020 con una plantación en primavera de unas 2,2 hectáreas, la cual se repitió por los siguientes tres años, siempre con un equipo de doce plantadores de las matas a injertar extraídas de un islote vecino.
Esta temporada para sorpresa se pudo hacer con matas desprendidas de originales plantadas con anterioridad, y en esta quinta temporada se alcanzó a cubrir 12,4 hectáreas de suelos empobrecidos.
Pero también están los parches de arcilla que han exigido la presencia de plantas mucho más resistentes, de la flora local, hebe, la cual parece poder sobrevivir y algunas hasta florecieron la última primavera..
Por suerte la fortaleza de estas plantas en zonas marginales, ha permitido resistir la erosión, y han formado hábitats para la fauna autóctona, muchos de los cuales han comenzado a retornar. Por otra parte la familia de la hebes, alcanza a formar arbustos grandes y también capturan el CO2.
En definitiva mucho trabajo voluntario y paciente, pero una vez hecho los análisis y trámites correspondientes se espera ayude a compensar la huella de carbono y también de paso, el entusiasmo de recuperar a esta isla del borde del precipicio medioambiental.