Las autoridades uruguayas idearon la llamada residencia por arraigo para ayudar a unos 20.000 inmigrantes cuyas solicitudes de asilo fueron rechazadas pero que necesitarían una visa consular para permanecer en el país, se anunció en Montevideo.
El decreto presidencial que prevé una salida legal para quienes huyen de su país -en particular ciudadanos cubanos- también fue firmado este miércoles por los Ministerios del Interior y de Asuntos Exteriores. Básicamente estamos hablando de personas de origen cubano o de otros países a las que se les exige visa, explicó el Ministro de Relaciones Exteriores, Omar Paganini. La solución provisional se dirige a más de 20.000 personas que se encuentran en situación irregular, señaló también.
Es una solución temporal para todas las personas que ya iniciaron el proceso, añadió. A su juicio, la medida no favorecería la inmigración porque sólo pueden acogerse quienes tengan arraigo familiar o laboral en el país. Esto también permite resolver la cuestión de la reunificación familiar, que es una de las más importantes desde el punto de vista de sus derechos, prosiguió.
La mayoría de los cubanos necesitan visas para entrar a Uruguay pero no las tienen, explicó Paganini. Entran como refugiados, pero no son refugiados, entonces se genera este limbo, prosiguió.
Según la nueva normativa, estas personas podrán renunciar a sus solicitudes de asilo y solicitar la residencia legal en una de las tres modalidades siguientes: empleo o trabajo por cuenta propia (permanente), arraigo familiar (permanente) y arraigo formativo (temporal, renovable). Con el tiempo, también podrán optar a la ciudadanía uruguaya.
La Comisión de Refugiados de Uruguay (CORE) atiende actualmente unas 24.000 solicitudes de asilo, destacó la Cancillería.