El pasado domingo el Complejo de Mount Pleasant y su aeropuerto internacional, núcleo de la defensa de las Islas Falkland y de cualquier otro intento de someterlas, cumplió su 39 aniversario. En verdad el Complejo, que se identifica como base RAF Mount Pleasant fue inaugurada un 12 de mayo de 1985, tornándose totalmente operativa un año más tarde.
Concurrió a su apertura el Príncipe Andrés, quien fuera piloto de helicóptero durante el conflicto de 1982 con Argentina. Se dice que era el hijo preferido de la Reina Isabel, y, quien fuera nombrado gobernador militar de las Islas por las fuerzas de ocupación, el General Benjamín Menéndez se refería desafiante, que manden al Principito, frase que quedó marcada para la historia..
El Principito según los relatos tuvo una actuación valiente y arriesgada durante la guerra en las Falklands, pero cuando el cuarenta aniversario, y el gran despliegue tanto en el Reino Unido como las Falklands, no pudo asistir pues las malas compañías lo involucraron en una millonaria demanda, de varios millones de libas, que debió pagar la Corona, junto al ostracismo real, y real, que soporta desde entonces a manos de su hermano el Rey Carlos III.
Pero volviendo a MPC, instalada a unos 53 kilómetros de la capital Stanley, constituye pieza fundamental en la defensa de las Islas e incluye a las tres armas, la Real Fuerza Aérea con sus cuatro caza bombarderos Typhoon FGF4, a nivel OTAN, un transporte cisterna Airbus Voyageur para abastecer en el aire a los cazas, un transporte y de vigilancia marítima Atlas C1 (A400M) y varios helicópteros, además toda una gama de personal especializado para el mantenimiento de las aeronaves, operadores de radares y técnicos en armas.
Y ni que hablar de su pista de aterrizaje, de certificación internacional que es utilizada para el puente aéreo con el Reino Unido, dos veces a la semana, y conexiones de empresas comerciales con el continente, como Lan los sábados a Punta Arenas, Chile, además de aeronaves conectando a bases británicas en Antártica, vuelos charter, cuando los autoriza Argentina y la flotilla de bimotores Islander que hacen vuelos internos dentro de las propias Islas y pertenecen al gobierno de Falklands.
Después está el destacamento de la Marina Real con su nave de vigilancia offshore, HMS Forth, que operan desde el embarcadero de Mare Harbor a unos diez kilómetros de MPA. Tiene la tarea además de vigilar las aguas de las Falklands a las Islas de Georgia del Sur y Sándwich del Sur. Cuenta con armamento moderno y cubierta desde la cual operar un helicóptero, además de un pelotón de desembarco.
Finalmente el ejército británico dispone de una unidad de infantería que rota cada cuatro meses, y actúa en combinación con las otras fuerzas y realizan ejercicios con bastante regularidad, y con munición viva. A todo esto deben agregarse los puestos de radar y de observación en varios cerros de las Islas, los sistemas de comunicaciones y además si bien no se menciona, el control satelital de la región con o sin ayuda de los socios norteamericanos en la misión de velar por el mundo, junto a las incursiones de los sumergibles que nunca de detallan..
La comandancia del complejo se rota entre las tres armas y el personal militar británico debe estar entre 1,000 y 1,200 hombres y mujeres, además de todos los civiles que trabajan en la base, ya sean locales, chilenos o de la isla de St Helena.
Las fuerzas armadas británicas están encantadas de poder contar con MPC para sus ejercicios militares, combinados, pues muy a diferencia del Reino Unido donde deben ser muy cuidadosos con la propiedad privada y posibles consecuencias, en las Falklands solo reciben aplausos y exclamaciones de apoyo.