Estados Unidos ejerció su poder de veto este jueves dentro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para privar a Palestina de la condición de miembro pleno, se informó en Nueva York. En consecuencia, Palestina seguirá siendo un “Estado observador permanente” sin derecho a voto.
Sin embargo, la votación del jueves obligó a países que se habían mantenido ambiguos acerca de la actual crisis con Israel a tomar partido. La administración del presidente Joseph Biden se quedó sola, ya que la moción de Argelia, presentada en nombre del Grupo Árabe, recibió 12 votos a favor (incluidos los de Francia, Japón, Corea y Ecuador) y 2 abstenciones (Reino Unido y Suiza).
Fue la cuarta vez desde el ataque del 7 de octubre por parte del grupo terrorista Hamás que Estados Unidos utiliza su veto a favor de Israel. En las tres ocasiones anteriores, Estados Unidos se había opuesto a resoluciones que pedían un alto el fuego inmediato en Gaza negando implícitamente el derecho de Israel a defenderse, o argumentando que una tregua sólo serviría para rearmar a la organización rebelde pro Palestina.
Tanto Israel como Estados Unidos coinciden en que la proclamación de un Estado palestino debe ser resultado de negociaciones bilaterales y no impuesta unilateralmente.
Sin embargo, el enviado palestino Ziad Abu Amr recordó que fue a través de la Resolución 181 que Israel se unió a las Naciones Unidas como Estado pleno en 1948. Por su parte, el Observador Permanente Adjunto ante la ONU Majed Bamya insistió en que la Autoridad Palestina “no se vio disuadida en nuestra búsqueda de la libertad y la independencia palestinas”.
El representante alternativo de Estados Unidos para Asuntos Políticos Especiales, Robert Wood, argumentó que Palestina no debería ser admitida en la ONU mientras Hamas controle Gaza, en tanto Washington continúa apoyando la solución de dos Estados. “Esta votación no refleja oposición a la creación de un Estado palestino, sino que es un reconocimiento de que sólo surgirá de negociaciones directas entre las partes”, dijo en un comunicado.
El embajador israelí, Gilad Erdan, argumentó que la resolución estaba “desconectada [de] la realidad sobre el terreno” y no habría tenido “ningún efecto positivo para ninguna de las partes”. Estuvo de acuerdo en que Hamas es “una entidad que apoya el terrorismo y que no merece ningún estatus en la ONU”.