El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Naser Kanani, afirmó este jueves que la sentencia de un tribunal de Buenos Aires que declaró a su país responsable s los atentados terroristas contra un edificio de la comunidad judía en la capital argentina en 1994 tuvo motivaciones políticas. También resltó que la decisión carecía de cualquier base legal y simplemente seguía el nuevo proyecto político emprendido por los enemigos de Irán.
Los magistrados argentinos declararon a Teherán y a la milicia chií libanesa Hezbolá culpables del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de Buenos Aires, que causó 85 muertos y centenares de heridos. Kanani insistió en que el veredicto se basaba en acusaciones infundadas. El hecho de que el caso esté siendo investigado por otro tribunal demuestra que este fallo es una clara señal de un intento de desviar la investigación, alegó Kanani.
En su opinión, el fallo fue una torpe maniobra destinada a la puesta en marcha de un nuevo proyecto político por parte de los enemigos de Irán, especialmente el régimen sionista. También recordó que Teherán ha apoyado cualquier iniciativa constructiva, incluida la firma de un memorando de entendimiento para establecer una comisión de investigación en relación con el atentado de la AMIA.
Desafortunadamente, las acciones por parte de aquellos que no quieren descubrir la verdad han llevado a un sacrificio de la justicia por sus objetivos políticos, argumentó asimismo Kanani en un comunicado publicado en la página web del Ministerio de Exteriores iraní. El régimen sionista intenta distraer a la opinión pública de sus crímenes a través de diversos medios, reza también la nota.
Está claro para todos que durante los últimos meses ha habido fuertes condenas contra el régimen sionista entre la opinión pública mundial por cometer crímenes de guerra y el atroz asesinato de civiles, especialmente niños, y mujeres, en la Franja de Gaza, prosiguió Kanani.
Tel Aviv acogió con satisfacción la sentencia y pidió a la administración proisraelí del presidente Javier Milei que declarara formalmente a la Guardia Revolucionaria iraní organización terrorista, lo que ayudaría a detener la agresión, según el canciller Israel Katz.
El 18 de julio de 1994, a las 9.53 hora local, un coche bomba estalló frente a la sede de la AMIA matando a 85 personas e hiriendo a cientos. Fue el atentado más mortífero cometido en suelo argentino y el mayor ataque contra objetivos judíos fuera de Israel desde la Segunda Guerra Mundial. Argentina sigue siendo el único país latinoamericano que ha sufrido un atentado relacionado con la aparentemente interminable crisis de Oriente Próximo.
Buenos Aires estaría estudiando la posibilidad de juzgar en ausencia a los agentes extranjeros que se cree que están detrás del atentado.
El fallo de la semana pasada también determinó que tanto el atentado contra la AMIA como el perpetrado contra la Embajada de Israel en Buenos Aires en marzo de 1992, en el que murieron 22 personas, fueron crímenes de lesa humanidad y, por lo tanto, no prescribieron, confirmando así una decisión del tribunal inferior del juez Rodolfo Canicoba Corral de hace casi dos décadas. El tribunal de apelaciones integrado por los jueces Carlos Mahiques, Ángela Ledesma y Diego Barroetaveña también señaló que ambos atentados fueron planificados desde Irán y ejecutados por Hezbollah, organización a la que definieron como un virtual brazo armado para acciones terroristas.