La Fuerza Aérea Argentina (FAA) agregó el Saab 340B biturbohélice de fabricación sueca a la lista de aviones capaces de realizar misiones logísticas a la Antártida luego de un primer vuelo exitoso la semana pasada. El modelo es ideal para operaciones de pequeño volumen que de otro modo requerirían los servicios del cuatrimotor Lockheed C-130 Hercules, mucho más grande y costoso.
La misión que aterrizó exitosamente en la Base Marambio resultó un hito para la FAA. Se trató de una verdadera hazaña aeronáutica, se explicó en la sede de la FAA en Buenos Aires luego de un largo proceso de planificación.
A partir de ahora la Argentina contará con un nuevo sistema de armas para asegurar nuestra presencia en cada una de las bases donde año con año se despliega personal científico y militar, afirmó el jefe de la misión, Brigadier Diego García.
Para el Saab 340B, el aterrizaje en la pista de Marambio fue una novedad, porque en lugar de asfalto, está hecha de permafrost (una capa de suelo permanentemente congelado), y tiene poco más de 1.200 metros de largo y 40 metros de ancho. También fue necesario formar a la tripulación en revisiones en tierra, reabastecimiento de combustible y mitigación del efecto de las bajas temperaturas en motores y baterías, además de procedimientos de emergencia para la evacuación de la aeronave y supervivencia en un entorno marítimo hostil. Sin embargo, no fue necesario adaptar el avión para operar en el Continente Blanco, porque el Saab está diseñado para operar en climas extremadamente fríos habituales en Suecia. Además, el aparato ya estaba equipado con las modificaciones adicionales necesarias para operar en pistas no pavimentadas.
La misión requirió además un clima favorable y otras consideraciones porque el margen de error era limitado o nulo.
Para el personal de Marambio esto también significó reducir la sensación de aislamiento, ya que ahora se esperan más vuelos.