Según medios argentinos, la Armada local espera tener listos sus dos jets Super Étendard de fabricación francesa a tiempo para participar en ejercicios conjuntos cuando el portaaviones USS George Washington llegue al Atlántico Sur en los próximos días.
El modelo francés es muy querido por los pilotos de la Armada argentina porque participó en el hundimiento de unidades de la flota británica durante la guerra de las Malvinas/Falklands de 1982, aunque los aviones actuales no son los que vieron combate entonces. Estos fueron comprados a Francia en 2018, bajo el mandato del entonces presidente Mauricio Macri, pero quedaron en tierra porque el cartucho utilizado para eyectar el asiento del piloto es fabricado en Reino Unido y, por tanto, incluido en el embargo de armas posterior a 1982. El problema parece haberse solucionado ahora, aunque no está claro si se convenció a los fabricantes británicos para que liberaran el elemento o si se encontraron sustitutos fabricados en otros lugares.
Los aviones Super Étendard Modernisé números de registro 31 y 44 están siendo sometidos a rigurosas pruebas para preparar la llegada de la delegación estadounidense. Se espera que vuelvan al servicio activo una vez finalizadas las reparaciones de los cartuchos de los asientos eyectables. Mientras tanto, las unidades están siendo sometidas a inspecciones periódicas y a trabajos de mantenimiento y conservación. La aeronave puede alcanzar una velocidad máxima de 1605,24 kilómetros por hora (Mach 1,3 Mach).
Por otra parte, la Armada Argentina está a punto de recibir en los Astilleros Río Santiago (ARS) dos lanchas de instrucción de cadetes (LICA) de nueva construcción. También se espera la entrega de una nueva compuerta para uno de los muelles de la base de Puerto Belgrano. La ceremonia está prevista para el martes por la mañana.
”Se trata de las lanchas de instrucción de cadetes de la Armada (LICA) 'Ciudad de Ensenada' y 'Ciudad de Berisso' que tienen capacidad para 40 tripulantes entre cadetes, oficiales y suboficiales y que son fundamentales para la formación de los alumnos de la Escuela Naval que hasta ahora recibían la instrucción en forma teórica y con simuladores pero no contaban con estas embarcaciones que son centrales para la instrucción en la carrera profesional, dijo el astillero en un comunicado.
La compuerta permitirá la entrada en dique seco de buques de mayor tamaño que los admitidos actualmente. Así, buques de hasta 240 metros de eslora que necesitaban ser reparados en el exterior podrán nuevamente recibir tareas de mantenimiento en Argentina, se explicó.
Al recuperar la posibilidad de realizar estos trabajos en el Puerto Belgrano, no sólo el país podrá ahorrar divisas sino también generarlas mediante la prestación de servicios a buques de empresas navieras privadas. Por otra parte, este dispositivo naval también funcionará como una segunda compuerta de seguridad que se suma a la compuerta corrediza existente que se construyó en el ARS”, señaló la empresa en un comunicado.
El Astillero Río Santiago está ubicado en la ciudad de Ensenada, en el Gran La Plata. Cuenta con una superficie de treinta y nueve hectáreas en las que se desarrollan actividades navales y metalmecánicas desde hace más de 70 años.