El Presidente argentino Javier Milei lleva menos de 4 meses en el cargo, tiempo más que suficiente para invertir la tendencia de la población de los países vecinos. A los uruguayos que solían hacer sus compras al otro lado de la frontera ya no les merece la pena, mientras que los argentinos acudieron en masa a Chile durante el fin de semana de Pascua para abastecerse.
Según analistas uruguayos, la diferencia de precios entre su ciudad de Salto y Concordia, en la provincia argentina de Entre Ríos, cayó del 183% en septiembre de 2023 al 50% el mes pasado, lo que se espera que tenga un impacto positivo en los minoristas uruguayos. Aunque Salto sigue siendo más caro, el diferencial de precios de los combustibles alcanzó el 190% hace siete meses y ahora es del 30%, se explicó.
Además de la inflación galopante en pesos argentinos, en Argentina también hay inflación en dólares estadounidenses, lo que hace que los precios sean menos asequibles para los compradores extranjeros. Como el peso chileno ha caído frente al dólar estadounidense, es más probable que los consumidores argentinos que buscan productos electrónicos, calzado y ropa crucen los Andes.
Por ejemplo, una consola Playstation 5 se puede encontrar en Chile por el equivalente a AR$ 778.557, mientras que en Argentina se vendería por hasta AR$ 1.499.999. Un televisor de 83 pulgadas que en Mendoza se vende por AR$ 3 millones (US$ 3.000) cuesta US$ 900 en Chile.
Los compradores argentinos deben pagar un impuesto de importación por las compras superiores a 300 dólares. Sin embargo, unos 20.000 argentinos cruzaron los Andes el fin de semana de Pascua.
Partidarios y detractores de Milei coinciden en una cosa: Argentina es cara en dólares.