El presidente argentino, Javier Milei, afirmó este martes que el reclamo de Argentina sobre las Islas Malvinas no ha sido escuchado internacionalmente debido a la mala gestión y los fracasos económicos consecutivos. El mandatario hizo esas declaraciones durante el evento principal que conmemora el 42º aniversario del desembarco militar que desencadenó la guerra del Atlántico Sur de 1982 con el Reino Unido.
La ceremonia se llevó a cabo en Buenos Aires en el cenotafio del barrio de Retiro, justo enfrente de lo que alguna vez se conoció como Plaza de los Ingleses, ahora rebautizada como Plaza de la Fuerza Aérea. Junto a Milei estuvo la vicepresidenta Victoria Villarruel, hija de un veterano de la guerra de 1982.
El mejor homenaje a quienes dieron su vida por nuestro país es defender el reclamo inquebrantable de la soberanía argentina sobre las Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, pero un reclamo real y sincero, no meras palabras en el plano internacional. foros, sin impacto en la realidad y que sólo sirven al político de turno para mostrar un falso amor por el país, afirmó Milei.
”Estamos cansados de escuchar a los políticos golpearse el pecho defendiendo nuestra justa reivindicación sobre las Islas durante las últimas décadas, sin tener un solo resultado después de todos estos años, prosiguió.
El líder libertario agregó que para que los reclamos soberanos sean escuchados y respetados, es condición necesaria primero que se respete al país y su liderazgo ya que nadie tomaría en serio el reclamo de morosos seriales, corruptos o líderes políticos que en lugar de una visión del país, lo que defienden es un modelo de negocio.
Para que una nación soberana sea respetada en el concierto de las naciones hay que cumplir dos condiciones esenciales: esa nación debe ser protagonista en el comercio internacional y además debe tener fuerzas armadas capaces de defender su territorio contra cualquiera que intente invadirlo, sostuvo el presidente.
Nadie escucha ni respeta a un país que sólo produce pobreza y cuyos políticos desprecian a sus propias fuerzas. Argentina, producto del liderazgo político de las últimas décadas, no ha cumplido ninguna de estas condiciones, añadió Milei.
No es casualidad que se haya avanzado poco o nada en el reclamo de nuestras islas: somos, después de décadas, el primer gobierno que se hace cargo de esta situación y que tiene un rumbo claro para ser un país verdaderamente próspero y soberano. el insistió. No hay soberanía sin prosperidad económica y, como muestra toda la evidencia empírica, no hay prosperidad económica sin libertad económica.
El jefe de Estado también defendió las reformas impulsadas por su gobierno para que los argentinos vuelvan a ser libres y que de esa libertad surja una nación fuerte, próspera y con poder real para reclamar su soberanía y ser respetada por otras naciones.
Milei, conocido por su admiración por la baronesa Margaret Thatcher, primera ministra británica durante el conflicto de 1982, también pidió una nueva era de reconciliación con las Fuerzas Armadas.
No hay soberanía si los políticos hacen todo lo posible para desacreditar a nuestras Fuerzas Armadas. A los héroes de Malvinas les digo que, en esta nueva Argentina, tendrán el respeto que durante mucho tiempo les han negado. No quiero que este sea el monopolio de un espacio político, argumentó. Por eso hago un llamado a una nueva era de reconciliación de la sociedad con las Fuerzas Armadas, dándoles el reconocimiento y apoyo que merecen.”
Villarruel entregará diplomas a excombatientes en la Cámara Alta junto a miembros de la Comisión de Familiares de Caídos el miércoles, se informó.
A última hora del lunes, los gobernadores de las provincias patagónicas se reunieron en Río Grande, Tierra del Fuego, para la tradicional vigilia anual a la que no asistió ningún representante federal.
Los gobernadores Rolando Figueroa (Neuquén), Ignacio Torres (Chubut) y Claudio Vidal (Santa Cruz) se unieron a Gustavo Melella de Tierra del Fuego, mientras que los gobernadores de Río Negro y La Pampa se adhirieron a la ceremonia conjunta de una región que profundiza sus diferencias con administración central libertaria de Buenos Aires y cuestiona el llamado Pacto de Mayo propuesto por Milei.