El Senado argentino votó este jueves 42 a 25 y 4 abstenciones, en contra del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23 del presidente Javier Milei, que, no obstante, seguirá en vigor a la espera del resultado de la próxima semana en la Cámara Baja. Un resultado positivo mantendría viva la medida, salvo declaración de inconstitucionalidad por parte de la Justicia.
Los hechos del jueves tensaron aún más las relaciones entre la Casa Rosada y el Congreso, en particular entre Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien como titular del Senado incluyó el DNU en el temario del día, algo que los legisladores de la bancada libertaria aseguran que podría haber esquivado para evitar un segundo golpe legislativo a la actual gestión tras el fracaso del proyecto de la llamada Ley Ómnibus.
Villarruel había resistido varios pedidos para agregar el DNU al orden del día, pero finalmente sucumbió a la presión del kirchnerismo y otros bloques federales. El miércoles, intentó nuuevamente aplazar el tema, pero sin éxito, lo que le valió fuertes críticas dentro del oficialismo, sobre todo en las redes sociales.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, explicó que Villarruel podría haber esquivado el asunto pero cedió a las presiones, lo que motivó un duro comunicado de la Oficina de la Presidencia (OPRA), que culpó a las fuerzas políticas de priorizar su línea de acción apartándose de la hoja de ruta de Milei hacia el llamado Pacto de Mayo.
Esta decisión es un intento de desvirtuar el Pacto de Mayo, reclamó la OPRA en un nuevo comunicado tras la votación del jueves e insistió en que dicho entendimiento constituye un acuerdo fundacional destinado a establecer diez políticas de Estado que permitan construir un nuevo orden económico, rescatar a la Argentina del camino del fracaso y reinsertarla en la senda necesaria para volver a ser una potencia mundial.
Este acuerdo, largamente reclamado por la clase política durante décadas pero que nadie se ha atrevido a convocar, requiere necesariamente de la buena voluntad de todos los sectores de la vida política nacional, continúa el documento del jueves.
La misma Cámara que dejó pasar casi 500 DNU durante el kirchnerismo ha sido la encargada de rechazar el DNU de Javier Milei a sólo tres meses de su asunción, por lo que es imposible interpretar esta decisión de otra manera que no sea como un intento de socavar el Pacto de Mayo, el Gobierno Nacional y el cambio elegido por el pueblo argentino, agregó.
En su discurso sobre el Estado de la Nación, el Presidente planteó dos alternativas: acuerdo o confrontación. Ha llegado el momento de que la clase política decida de qué lado de la historia quiere estar, concluyó.
A pesar de crecientes rumores de que estaba conspirando para socavar la posición política de Milei en medio del malestar social en aumento, la vicepresidenta Villarruel sostuvo que su compromiso con el jefe de Estado era inquebrantable y negó la existencia de una disputa entre ambos. El Senado es un poder independiente. No hay gobierno sin institucionalidad, argumentó también.
Mi compromiso con la Argentina y con Javier Milei es inquebrantable. Desde el momento en que Javier Milei me pidió que lo acompañara como diputado y luego en la fórmula presidencial sabíamos a lo que nos enfrentábamos y hemos trabajado espalda con espalda, a pesar de los incansables intentos por dividirnos. El Senado es la Cámara de las Provincias y es un poder independiente de la República Argentina. No me voy a convertir en Cristina Fernández de Kirchner. No me voy a convertir en lo que vinimos a cambiar, enfatizó Villarruel.