La Armada Argentina emitió un reglamento interno por el cual todos los miembros activos deberán abstenerse de usar barba a partir del 1 de abril, se informó en Buenos Aires. La medida, fechada el 27 de febrero, está firmada por el Contralmirante Juan Carlos Romay, Director General de Personal y Bienestar, y se dice que facilita el adiestramiento militar.
Las únicas excepciones se aplicarán a ”unidades desplegadas fuera de su base natural de operaciones, que como consecuencia de una contingencia o por diseño de la unidad limite su capacidad de agua dulce y que, de no racionalizarse, afecte el cumplimiento de la misión (por ejemplo, unidades/elementos de Superficie, Submarinos, Infantería de Marina, Infantería de Marina en operaciones, etc. ), Infantería de Marina en operaciones prolongadas, Unidades de Campaña Antártica/Patrulla Antártica Naval Combinada, navegación al sur del paralelo 60° y Bases Antárticas y también por prescripción médica, en cuyo caso debe ser completa, con bigotes, prolija y recortada, evitando cualquier excentricidad en su forma y dimensiones”.
Bajo la presidencia de Fernando de la Rúa (1999-2001), los oficiales de la Armada fueron autorizados a llevar barba por el entonces jefe de estado mayor almirante Joaquín Stella, pero sólo para el rango de capitán de corbeta o superior. Más tarde, se extendió a los rangos inferiores e incluso a los suboficiales. Siguió estando prohibida para el Ejército de Tierra y la Fuerza Aérea.
Esta semana, el Ministerio de Defensa prohibió el lenguaje inclusivo (el uso de pronombres masculinos y femeninos en la misma frase y/o adjetivos de género neutro en español). En concreto, se refirió a los rangos de generala y sargenta. La decisión del ministro Luis Petri se basó en la Ley 23.554, también conocida como Diccionario para la Acción Militar Conjunta y Glosario de Definiciones y Abreviaturas. Según fuentes militares citadas por medios porteños, hay un vocabulario militar que cumplir y que la eliminación del lenguaje inclusivo servirá para reforzar la disciplina.