El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, insistió este jueves en Río de Janeiro, durante una rueda de prensa en la convención de ministros de Asuntos Exteriores del G-20, en que las organizaciones multilaterales deben resolver los conflictos armados en todo el mundo antes de pasar a otros temas como el cambio climático y el desarrollo social.
Refiriéndose a la crisis de Gaza, Blinken explicó que la mejor manera de acabar con el conflicto es trabajar sobre los rehenes.
Estamos debatiendo esto constantemente. Es la forma más rápida y eficaz de llegar a donde queremos. Queremos poner fin a este conflicto lo antes posible. Y que termine el sufrimiento de los inocentes atrapados en el fuego cruzado de Hamás. Y debemos pensar en la posguerra, en una paz sostenible, duradera y auténtica, añadió después de que Estados Unidos rechazara esta semana y por tercera vez una propuesta de alto el fuego en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Respecto a su reunión del miércoles en Brasilia con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Blinken subrayó que tenemos muchas agendas en común, pero rechazó la comparación del mandatario sudamericano de la situación en Gaza con el Holocausto, lo que ha desatado una ruptura diplomática entre Brasil e Israel, aliado clave de Estados Unidos. Estoy en profundo desacuerdo con la comparación con el Holocausto. Pero eso ocurre con los amigos. Podemos tener desacuerdos y al mismo tiempo trabajar juntos. Y estamos de acuerdo en que tenemos que actuar juntos para sacar a los rehenes de Gaza y poner fin al conflicto, prosiguió Blinken.
El jefe de la diplomacia estadounidense también habló de la importancia de las inversiones para preservar la selva amazónica, la lucha contra el hambre, la protección de los derechos de los trabajadores y las acciones para reducir las desigualdades raciales.
Blinken asimismo dijo que esperaba que la cumbre del G-20 que se celebrará en Río en noviembre mostrara que el mundo está en contra de que Rusia haya invadido Ucrania. Hubo discursos contundentes, no sólo del G7 sino de otros países, pidiendo el fin de la agresión rusa. Y que los ucranianos puedan decidir sobre su propia paz. Merece la pena reflexionar sobre lo que el mundo piensa de Rusia. Esta agresión ha tenido consecuencias para otros países y pueblos, como el aumento del coste de los alimentos y del petróleo. Se ha producido todo un impacto en la cadena de suministro. En cuanto a nuevas sanciones, permanezcan atentos. Llegarán, dijo Blinken.
Según un comunicado del Palacio de Planalto, Lula y Blinken coincidieron en la necesidad de la creación de un Estado palestino, pero discreparon sobre Ucrania, ya que el líder sudamericano preferiría una salida diplomática, mientras que Estados Unidos apoya a Kyiv. El documento también destacó que Lula reafirmó su deseo de paz y el fin de los conflictos en Ucrania y la Franja de Gaza.
Lula y Blinken también repasaron la situación en Venezuela ante la desautorización de la líder opositora María Corina Machado. Estados Unidos esperaba que Lula utilizara su influencia sobre el presidente venezolano, Nicolás Maduro, para que se celebren elecciones democráticas.
Blinken tenía previsto viajar luego a Buenos Aires para entrevistarse con el presidente Javier Milei.