Gustavo Melella, Gobernador de la Provincia argentina de Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur -a la que técnicamente pertenecen los Territorios Británicos de Ultramar en la región- declaró el lunes “persona non grata” al Ministro británico de Asuntos Exteriores y ex Primer Ministro, David Cameron, después de que éste aterrizara en Stanley para una serie de actividades oficiales.
Melella argumentó que la presencia de Lord Cameron era una provocación a pesar de las recientes conversaciones con el Presidente Javier Milei en las que ambos líderes parecieron acordar estar en desacuerdo en cuestiones de soberanía mientras avanzaban en otros frentes de interés mutuo.
La presencia de David Cameron en nuestras Islas Malvinas configura una nueva provocación británica que busca socavar nuestros legítimos derechos soberanos sobre nuestros territorios y sostener el colonialismo en el Siglo XXI. No lo permitiremos, escribió Melella en X.
Ningún representante colonial de un Estado que atente contra nuestra integridad territorial mancillando la memoria y el sacrificio eterno de nuestros Héroes de Malvinas será bienvenido en nuestra provincia, señaló también.
El gobernador subrayó que mientras persista la usurpación británica y el Reino Unido continúe negándose a reanudar las negociaciones establecidas por la Comunidad Internacional, continuará la lucha por legitimar la soberanía argentina sobre el territorio insular.
Mientras tanto, en Buenos Aires se esperaban comentarios de la vicepresidenta Victoria Villarruel sobre el viaje de Cameron, ya que es hija de un veterano de la guerra de 1982, pero sin resultados.
Antes de su viaje, Cameron había insistido: Tenemos claro que, mientras quieran seguir siendo parte de la familia, el tema de la soberanía no se discutirá.
Fuentes de la Cancillería argentina fueron citadas a última hora del lunes diciendo que confiaban en que Lord Cameron transmitiría a los isleños el nuevo escenario bajo la presidencia de Milei.
Antes, el ex secretario de Malvinas Guillermo Carmona subrayó que La Cancillería argentina guarda silencio ante una provocación que exige una reacción diplomática.
Si el repudio y la protesta no llegan desde el Gobierno, demostremos como pueblo que no consentimos el colonialismo, agregó