Las autoridades chilenas inauguraron este viernes el primer servicio de tren de alta velocidad del país sudamericano. El convoy, de cuatro vagones y con capacidad para 236 pasajeros, enlaza Santiago con Curicó en dos horas y tres minutos a una velocidad máxima de 160 km/h
Curicó es una rica zona de producción agrícola conocida por sus bodegas de vino. El nuevo servicio reduce el tiempo de viaje en 20 minutos, según se explicó. El coste de un billete entre Santiago y Curicó en este nuevo tren oscila entre los 12 y 24 dólares estadounidenses. Se espera que el nuevo servicio llegue también este año a la ciudad de Chillán, a unos 400 km al sur de Santiago.
Estamos en un momento histórico, no sólo para nuestro país sino para la región, para nuestra Sudamérica que recibe por primera vez un tren de estas condiciones para un servicio comercial, dijo el Ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz.
Los trenes de construcción china fabricados por CRRC Sifang disponen de sistemas automáticos de alimentación eléctrica y diésel (trenes duales o BMU). En otras palabras, pueden funcionar con combustible en ausencia de electricidad.
Hasta principios de los años 70, Chile contaba con una extensa red ferroviaria que fue desmantelada bajo el régimen del dictador Augusto Pinochet Ugarte (1973-1990) para dar prioridad al transporte por carretera.
Este es un gran hito para nuestro proyecto, nuestro anhelo y el de todos los chilenos de recuperar y mejorar nuestra red ferroviaria, esos trenes para Chile que queremos poder utilizar en forma recurrente, dijo Muñoz.