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Milei advierte al FEM que la civilización occidental está “en peligro”

Jueves, 18 de enero de 2024 - 10:46 UTC
“El capitalismo es la única herramienta que tenemos para terminar con el hambre y la pobreza en el planeta”, argumentó Milei “El capitalismo es la única herramienta que tenemos para terminar con el hambre y la pobreza en el planeta”, argumentó Milei

El presidente argentino, Javier Milei, advirtió este miércoles a los líderes globales reunidos en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) que la civilización occidental está en peligro hundiéndose en el socialismo y el neomarxismo. Sus declaraciones suscitaron reacciones encontradas: Mientras sus seguidores libertarios estaban eufóricos por oírle decir eso allí, mientras otros simplemente no podían creer lo que oían, algunos a través de un intérprete porque Milei habló en español.

“Estoy aquí para decirles que Occidente está en peligro. En todo el mundo, los líderes que deberían defender sus valores se encuentran cooptados por una visión del mundo que conduce al socialismo y a la pobreza. En las últimas décadas, algunos de ellos motivados por el sempiterno deseo de ayudar a los demás, y otros por el deseo de pertenecer a una casta privilegiada, los principales líderes del mundo occidental han abandonado la libertad por el llamado colectivismo, que es la causa de todos los problemas”, arrancó Milei.

“El capitalismo es la única herramienta que tenemos para acabar con el hambre y la pobreza en el planeta. La doxa [opinión, en griego] izquierdista ataca al Capitalismo por ser, según ellos, injusto. Dicen que es malo porque es individualista y luchan por la justicia social. Pero este concepto que se ha puesto de moda en el mundo, el de la justicia social, es una idea injusta, violenta, porque los impuestos se cobran coercitivamente. Nadie paga impuestos voluntariamente. El Estado se financia mediante la coacción. Si una empresa genera un buen producto le irá bien, si el Estado castiga al capitalista por tener éxito destruye sus incentivos, y el pastel será más pequeño. El colectivismo ata de manos al empresario”, prosiguió.

“¿Por qué digo que Occidente está en peligro? Porque en países donde deberíamos defender la propiedad privada, hay sectores que están abriendo las puertas al socialismo. Los neomarxistas se están apoderando de los medios de comunicación, la universidad, la cultura y las organizaciones internacionales. Afortunadamente, cada vez somos más los que nos atrevemos a levantar la voz. Si no, vamos a tener cada vez más Estado y más pobreza”, añadió al tiempo que señaló “la lucha antinatural entre el hombre y la mujer” porque, en su opinión libertaria, “todos los hombres nacen iguales”. También subrayó que el feminismo radical llevó a una intervención del Estado “para entorpecer la economía”.

“Sostienen que hay que proteger el planeta a toda costa, incluso defendieron la agenda sangrienta del aborto”, dijo también el líder argentino.

Respecto a su afirmación “de que Occidente ha virado al socialismo”, Milei insistió en que sólo se explica “si se piensa en la definición clásica de socialismo”.

“Hoy los Estados no necesitan controlar los medios de producción para controlar la vida de los individuos, con el control de los precios pueden controlar los destinos de los seres humanos”, subrayó Milei.

Resumió su discurso de 23 minutos con un mensaje a los empresarios: “No se dejen intimidar por la casta política que quiere perpetuarse en el poder. Ustedes son héroes, son benefactores. Que nadie les diga que su ambición es inmoral. Si ganan dinero es porque ofrecen un producto mejor. No cedan al avance del Estado. El Estado es el propio problema, ustedes son los protagonistas de la historia.”

Y cerró su alocución con su clásico grito de guerra: “¡Viva la libertad, carajo!”

Según La Nación de Buenos Aires, muchos de los presentes en Davos coincidieron en calificar las palabras de Milei como “un delirio absoluto” y otras consideraciones similares.

“Quiero creer que Milei vive en un mundo que no es el nuestro. Por eso llega a conclusiones tan extremas”, citó La Nación a otro asistente.

“Después de esta intervención, muy pocos dirigentes políticos querrán sacarse una foto con él”, le dijo un periodista francés a la enviada de La Nación.

“Demasiado. Demasiado para mí”, dijo otro hombre moviendo la cabeza de un lado a otro.