Las autoridades ecuatorianas confirmaron este jueves que las bandas de narcotraficantes seguían teniendo un total de 178 rehenes en las cárceles de todo el país, mientras que el número de víctimas tras cuatro días de agitación interna se actualizó a 16, tras represalias de los forajidos coomo consecuencia de las acciones de las fuerzas del orden. En este escenario, la vida cotidiana vuelve poco a poco a la normalidad.
El presidente Daniel Noboa prometió nunca ceder ante el mal, siempre luchar incansablemente.
El martes, unas bandas asaltaron un canal de televisión de Guayaquil durante una emisión en directo, amenazando a los trabajadores con armas de fuego y explosivos. Dos periodistas resultaron heridos, pero no hubo víctimas mortales. Un total de 13 sospechosos fue detenido, aunque se interrumpió la emisión.
Querían infundir miedo, pero despertaron nuestra cólera. Pensaron que someterían a todo un país y olvidaron que las fuerzas armadas están entrenadas para la guerra, declaró en las redes sociales el Ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo.
Siguiendo órdenes de Noboa, de 36 años y en el cargo desde noviembre, se desplegaron más de 22.400 efectivos por tierra, mar y aire, además de registros en las calles, redadas en las cárceles y toques de queda.
La crisis comenzó el domingo, cuando el narcotraficante Adolfo Macías, alias Fito, jefe de la banda criminal Los Choneros, se fugó de una prisión de Guayaquil, lo que desencadenó motines en cárceles de todo el país.
El miércoles por la noche, el número de muertos ascendió a 16, tras el incendio de una discoteca en el que murieron dos personas y nueve resultaron heridas. La policía calificó el suceso de atentado terrorista. Si se meten con la población, se meten con las Fuerzas Armadas, insistió Loffredo.
La actividad se ha reanudado gradualmente en las principales ciudades del país. Sin embargo, muchos comercios permanecen cerrados, el transporte público circula con menos frecuencia de lo habitual, las universidades y escuelas imparten clases de forma virtual y la mayoría de la gente trabaja desde sus casas.
”Tenemos miedo, miedo de que en el (momento) menos esperado vuelvan a hacer lo mismo, dijo a la AFP Inés Macas, un ama de casa de 69 años que denunció saqueos en la capital.
Cientos de soldados y policías buscan a Fito, mientras rige el estado de excepción en todo el país, además de un toque de queda de seis horas a partir de las 23:00 hora local.
El ex presidente Rafael Correa pidió a Noboa no ceder ante la presión del crimen organizado y propuso la creación de un gobierno de unidad nacional para hacer frente a la crisis de seguridad que atraviesa Ecuador, al que calificó de Estado fallido.
Lo primero que hubiera hecho es rodearme del mejor equipo de gente y eso es parte de la propuesta que le hemos hecho a Noboa para este apoyo: que cuente con nosotros, con nuestros ex funcionarios de experiencia tremendamente exitosa, con nuestro bloque legislativo”, dijo Correa a EFE desde Bélgica, donde reside.