El presidente argentino, Javier Milei, dijo que convocaría a una consulta popular si su muuy abarcador decreto de necesidad y urgencia (DNU), emitido la semana pasada, fracasa en el Congreso.
Si rechazan el DNU, llamaría a un plebiscito. El megadecreto tiene más del 75% de aprobación, así que deberían explicarme por qué quieren algo en contra del pueblo, argumentó. Uno no sabe cuánta fuerza tiene hasta que la pone a prueba, añadió.
Consultado por la dudosa constitucionalidad del DNU, Milei explicó que su medida estaba contemplada en la Constitución; el problema es que no les gusta, no pueden decirlo, quieren agarrar algún beneficio para aprobar la ley. Va en contra de los tongos de la casta. El problema es que con este mecanismo no pueden morder, señaló también Milei.
El jefe del Estado subrayó asimismo que algunos legisladores estaban paralizando la revisión del decreto porque estaban buscando sobornos para darle luz verde. Que lo intenten, dijo desafiante al tiempo que insistió en que su programa económico fue bien recibido por el mercado.
No es que el programa sea amigable con las empresas, es amigable con la competencia y con los argentinos de bien, remarcó Milei. También destacó que ya se realizaron tres marchas en sólo 16 días de gestión. ¿No pueden aceptar que perdieron?, se preguntó.
Milei también dijo saber que si el plan económico sale mal, el país explotará, pero si no se hace nada, también explota.
Los sindicatos de la oposición tienen previsto realizar una nueva manifestación este miércoles ante el Palacio de Justicia para exigir que el DNU sea declarado inconstitucional por el Poder Judicial y, por tanto, derogado.
En cuanto al pago de 16.000 millones de dólares que Argentina debe hacer en enero por la recuperación de la petrolera YPF, Milei dijo que crearía el llamado impuesto Kicillof para que la gente recuerde cada mes a quién debe la carga.
El actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, era ministro de Economía de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) cuando el Gobierno argentino recompró YPF a la española Repsol. El propio Kicillof gestionó la transacción. Tras perder la segunda vuelta del 19 de noviembre frente a Milei, la oposición ha intentado aglutinarse bajo el liderazgo de Kicillof.