El Comando Marítimo Conjunto de Argentina ha desplegado el Patrullero Oceánico (OPV) ARA Piedrabuena para combatir la pesca ilegal a través de la Operación Grifon XVI en su Zona Económica Exclusiva (ZEE) en el Atlántico, en medio de un aumento de las operaciones clandestinas de poteros, en su mayoría chinos.
“Estas tareas se llevan a cabo bajo el control operativo del Mando Marítimo Conjunto en el marco de la Operación Grifo XVI”, reza en un comunicado de la Armada.
La medida es una respuesta a la llegada de más de 400 barcos pesqueros extranjeros, en su mayoría chinos, surcoreanos y taiwaneses. Algunas de estas unidades fueron construidas entre 2021 y 2022 y tienen una capacidad de hasta 1.500 toneladas. Se dice que buscan especialmente el calamar illex argentino.
Además de poner en peligro a la especie, la flota extranjera tiene bajos costos operativos supuestamente debido a subsidios del gobierno chino y bajos salarios, lo que representa una amenaza para los pescadores locales.
Los depredadores del Sudeste Asiático provienen del Océano Atlántico a través de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, o a través del Cabo de Hornos después de pescar en aguas peruanas en el Océano Pacífico. Agarran todo tipo de calamares independientemente de su tamaño y condición. El tamaño más pequeño es utilizado como cebo por palangreros y buques que colocan trampas para capturar otras especies de mayor valor económico.
Los salarios de sus tripulantes promedian los 150 dólares mensuales, mientras que en los barcos argentinos son diez veces más. Se espera que el número de embarcaciones que operan frente a la Patagonia argentina llegue a 450 este verano.
El ARA Piedrabuena, con base permanente en la trminal naval de Mar del Plata, asumió esta semana su nueva misión en Ushuaia, desempeñando tareas en la Bahía Buen Suceso (ruta utilizada principalmente por buques cisterna, cruceros y navíos que buscan ingresar al Océano Pacífico) y en Puerto Parry, donde nuevas dotaciones y pertrechos fueron llevados a la Base Naval Comandante Luis Piedra Buena. En el viaje de regreso se realizaron otros ejercicios, según fuentes de la Armada.
El Piedrbuena también cubre la vigilancia SAR (Búsqueda y Salvamento Marítimo) en el Centro Coordinador de Búsqueda y Salvamento de Ushuaia, en cumplimiento de acuerdos internacionales para garantizar asistencia marítima a cualquier embarcación que lo necesite. El tráfico aumenta considerablemente en verano.
La unidad naval de construcción francesa tiene 87 metros de largo, 13,6 metros de ancho y un alcance de 13.890 kilómetros.