Según un artículo publicado la semana pasada en The Economist, la mayor banda de narcotraficantes de Brasil tiene ahora vínculos en toda Europa. El Primer Comando Capital (PCC), una banda nacida oficialmente tras un partido de fútbol letal entre presos de una cárcel de São Paulo en agosto de 1993, ha crecido hasta contar con unos 40.000 miembros “vitalicios” y otros 60.000 “contratistas”, lo que la convertiría en uno de los mayores grupos delictivos del mundo.
El PCC formó primero una alianza con traficantes de cocaína bolivianos en Santa Cruz, a la que llamaron Narcosur. El PCC mantiene una relación separada con el Tren de Aragua de Venezuela, que también está implicado en el tráfico de personas.
En los últimos años, el PCC se ha centrado en sus conexiones europeas. Los servicios de seguridad portugueses afirman que el grupo cuenta con 1.000 socios sólo en Lisboa.
El PCC compraba coca al por mayor en Bolivia a 1.500 dólares el kilo, la embarcaba en un puerto brasileño y la revendía a 8.000 dólares el kilo. Estableciendo una base en Europa, los miembros pueden vender ese kilo por más de 30.000 dólares, afirma The Economist.
La publicación también informó que el PCC está presente en varios países europeos, entre ellos Gran Bretaña. Según el fiscal del crimen organizado de São Paulo, Lincoln Gakiya, la banda controla más del 50% de las exportaciones de droga de Brasil, principalmente a través de una asociación con la 'Ndrangheta italiana, la mayor mafia de Europa, cuyos intermediarios son detenidos regularmente en Brasil.
El PCC también se está expandiendo por África Occidental, afirma The Economist, citando un informe reciente de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, con sede en Suiza.
Los gánsteres del PCC controlan incluso barrios de Lagos y Abuja (Nigeria), igual que en São Paulo, afirma Christian Azevedo, de la Policía Federal brasileña. La conexión nigeriana es un trampolín hacia Sudáfrica, desde donde envían coca a India y China.
Steven Dudley, de InSight Crime, también explicó que el PCC busca el control territorial, especialmente en las favelas, al estilo de las FARC.
Por último, se dice que el PCC se está expandiendo a la política. Gakiya afirmó que la Fiscalía General del Estado de São Paulo ha investigado a alcaldes y concejales y ha descubierto la participación del PCC en todo tipo de actividades, desde la recolección de basuras y el transporte público hasta proyectos de construcción y hoteles.
(Fuente: The Economist)