El presidente electo de Argentina, Javier Milei, anunció el lunes en una entrevista radiofónica que privatizará la televisión pública estatal (TVP), Radio Nacional y el servicio de noticias Télam porque no adhiero a esas prácticas de tener un Ministerio de Propaganda encubierto. También explicó que tenía planes para que la petrolera YPF y la compañia de bandera Aerolíneas Argentinas dejaran de depender financieramente del erario nacional.
Consideramos que la Televisión Pública se ha convertido en un mecanismo de propaganda. Durante la campaña, el 75% del tiempo que se habló de nuestro espacio se hizo de manera muy negativa, abonando a la campaña sucia, la campaña del miedo, argumentó Milei.
No adhiero a esas prácticas de tener un Ministerio de Propaganda encubierto: hay que privatizarlo. Lo mismo con Radio Nacional. Todo lo que pueda estar en manos del sector privado va a estar en manos del sector privado, prosiguió Milei.
La semana pasada, la diputada electa Lilia Lemoine, del partido La Libertad Avanza de Milei, advirtió a una reportera de TVP que debía ser buena trabajadora para conservar su empleo porque iban a privatizar la emisora, lo que motivó que los trabajadores del canal emitieran un comunicado de repudio alegando un ataque a la libertad de prensa. Repudiamos la amenaza proferida por Lilia Lemoine al equipo periodístico de TVP Noticias que realizó la entrevista, sostuvieron.
Milei también dijo que había que reconstruir YPF. Fue un claro disparo al gobernador de la provincia de Buenos Aires, que era ministro de Economía de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cuando la empresa fue recomprada por el Estado argentino. Desde que el señor Axel Kicillof decidió nacionalizarla, el deterioro de la empresa en términos de resultados ha hecho que valga menos que cuando fue expropiada... Evidentemente, lo primero que hay que hacer es reconstruirla, subrayó Milei.
En cuanto a Aerolíneas Argentinas, Milei dijo que su administración la entregará a sus empleados para que compita en un país con una política de cielos abiertos.
Nuestra idea es entregársela a los empleados y que ellos mismos hagan la depuración y empiecen a competir en una política de cielos abiertos, señaló también Milei en una de sus múltiples entrevistas durante su primer día como presidente electo. El personal de Aerolíneas es un personal muy cualificado, el problema está en la contaminación política, subrayó en referencia a la intromisión de los sindicatos aeronáuticos en la gestión de la compañía.
Una política de cielos abiertos implica que Aerolíneas tendrá que ser competitiva y pagar salarios de mercado. Sólo en los últimos quince años la compañía ha recibido subvenciones por más de 8.000 millones de dólares.